En el mundo entero se libra la batalla por la vida, el aborto se ha convertido en la primera causa de muerte en 2022, ojo, solo contando el sangrante aborto quirúrgico y 'olvidando' el químico, que es igualmente letal, pero silencioso. 

En Brasil esta batalla está en los tribunales, donde el Supremo retrasó la decisión sobre la despenalizacion del aborto hasta la semana 12 de gestación. Actualmente el aborto es permitido en los casos de estupro, riesgo para la vida de la madre y feto con anencefalia o violación.  

En esta contienda, el diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair Bolsonaro, anterior presidente de Brasil, presentó una enmienda al presupuesto federal, que fue aprobada por 305 votos a favor y 141 en contra, y en el Senado por 43 a 26. La enmienda prohibía el uso de la recaudación de impuestos para abortos, cirugías para cambiar el sexo de niños y adolescentes, promoción de la ideología de género en las escuelas y acciones contra la familia tradicional.

Todo lo que prohibía la enmienda no gusta nada al Nuevo Orden Mundial (NOM), por lo que ya está el presidente de Brasil, abortero y hombre del NOM, Luiz Inácio Lula da Silva, para actuar. Así, el presidente ha presentado su veto sobre la enmienda. 

Según el mandatario brasileño, la enmienda “contradice el interés público” y “no es susceptible de ser verificada en el ámbito de las programaciones presupuestarias de forma detallada”, ya que “existe una imposibilidad técnica de identificar, en el conjunto de recursos destinados a las políticas públicas, los recursos que se dirigirán o no al cumplimiento de los límites”, y esto podría generar “inseguridad jurídica en la ejecución del presupuesto”.