El húngaro Víctor Orban vuelve a ser el malo de la película europea. Los medios progresistas lo dejan claro con su prueba definitiva: Hungría fue el único país de la Unión Europea que el jueves votó en contra de iniciar negociaciones para la entrada en la Unión de los dos vecinos de Rusia: Ucrania y Moldavia.

La verdad es que Orban no se abstuvo ni es el delegado de Moscú en la UE. La verdad es que Orban acordó con el resto de líderes que abandonaría la sala en el momento de la votación, porque en este tipo de decisiones aún pesa el criterio de unanimidad y, por tanto, lo que Budapest estaba diciendo es que no quería fastidiar la entrada de Ucrania y Moldavia, algo que considera, de suyo, bueno, pero tremendamente inoportuno. Deaparecido Morawiecki y con una Meloni centrada en el sur de Europa, la presencia cristiana en la cristiana, Unión Europea, al menos en su fundación, cae en picado.

Y tenía razones Orban para hacer frente a Bruselas, que le está extorsionando y que no reacciona ante un Vladimir Putin que nunca debió salir del Occidente en el que quiso entrar... del que sólo la estupidez de Joe Biden le ha alejado por completo. Como él dice: Hungría no quiere irse de Europa quiere conquistar Bruselas.

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Lo que Orban estaba diciendo es que si bien hay que defender a la agredida Ucrania del agresor ruso, la solución a la guerra es negociar la paz con Putin y el acercamiento de Rusia a Europa... ¡porque forma parte de Europa! y porque, a pesar de que es más bruto que un arado, Putin tiene una cosmovisión cristiana de la existencia, lo que no puede decirse de China, India ni del nuevo poder oriental que asoma incluso en Iberoamérica (Brasil, Venezuela, Colombia, México, etc)-

La guerra de Ucrania comenzó cuando Putin se vio acosado y reaccionó según costumbre: con las armas. Ahora, aunque no se trata de la entrada de Ucrania en la OTAN sino en la UE, podemos alarga la guerra por años. En resumen, la entrada de Ucrania y Moldavia en la UE es una buena decisión pero muy inoportuna, que nos lleva más a la guerra con Rusia que a la paz con Putin, cada día más alejado de Occidente y que ni cuando hace un amigo de paz recibe otra respuesta de Europa que la prepotencia del no quieres caldo, toma dos tazas: Ucrania y Moldavia... y la guerra prosigue. Al parecer en la UE sólo Orban se da cuenta de algo tan evidente.

Y si Rusia se ve aún más acosada, no sólo proseguirá la guerra con Ucrania sino que la ampliará a otros frentes y será apoyada por los BRICS, es decir, por China, India, Brasil, etc... Y eso sí que se parece a una III Guerra Mundial, que esperemos no resulte nuclear.