Comentábamos ayer en Hispanidad que las elecciones en Canadá están a la vuelta de la esquina. Tras la renuncia del progre Justin Trudeau, el Partido Liberal inició un proceso de selección de nuevo líder, y el 9 de marzo Mark Carney, exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, resultó victorioso y se proclamó como nuevo líder del partido.
Carney convocó elecciones anticipadas para el 28 de abril, adelantando los comicios que estaban previstos para octubre. Según explicó, su decisión se basa en la necesidad de tener un mandato lo suficientemente fuerte y respaldado para enfrentar las tensiones con Estados Unidos respecto a las políticas de aranceles. Por lo que las encuestas se suceden estos días.
Si ayer lunes hablábamos de una victoria de los Liberales por un estrecho margen, hoy los de Carney parecen disparados. Según una encuesta de Pallas Data 24M, recogida por Electomanía: los liberales se disparan por encima del 40%.
#Canadá 🇨🇦 - Encuesta Pallas Data (24 marzo): 𝗹𝗼𝘀 𝗹𝗶𝗯𝗲𝗿𝗮𝗹𝗲𝘀 🔴 𝘀𝗲 𝗱𝗶𝘀𝗽𝗮𝗿𝗮𝗻 𝗽𝗼𝗿 𝗲𝗻𝗰𝗶𝗺𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝟰𝟬%
— EM-electomania.es (@electo_mania) March 24, 2025
🔴 Libs: 42%
🔵 Cons: 38%
🟠 NDP: 8%
💠 Bloc Quebec: 7%
🌻 Greens: 2%
⚫ PPC: 2%
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Estos resultados se podrían traducir en una mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, donde se requieren 172 escaños para alcanzarla y los Conservadores de Pierre Poilievre se quedarían en el 38%.
Parece que todo se reduce a la guerra comercial con Estados Unidos, donde los canadienses ven más fuerte a Carney que a Poilievre el cual se identifica más con las políticas del estadounidense. Curiosa estrategia la de plantar cara puesto que en Europa hemos visto cómo Trump anunciaba que solo los líderes a los que respeta y quiere se librarán de los aranceles, es decir, Orban y Meloni.
Sea como fuere, Carney es una rara avis en la política, sólo se habla de su perfil como gestor y negociador, y es que carece de experiencia política, sus años de gestión durante crisis económicas internacionales se han convertido en su mayor activo, y juega fuerte, llegando a asegurar que es necesaria la mano dura con Trump porque es como "enfrentarse a un matón".
Carney es el primer jefe del ejecutivo en su país que no ha sido antes legislador ni ha ocupado ningún cargo gubernamental en Canadá y poco se sabe de su vida privada o de lo que opina sobre los valores no negociables. El liberal es moderado en todo, pero no podemos perder de vista que, no sólo es el heredero del pogre Trudeau, sino que es un habitual de las reuniones del Grupo Bilderberg, lo que ya nos puede dar una idea de cómo piensa.
Pero no se preocupen, Carney es versátil. Fue la primera persona no británica en convertirse en gobernador del Banco de Inglaterra, y ahí, en 2013, cuando asumió el cargo se sentía más británico que los cabinas telefónicas rojas. Pero donde 'Donde dije digo, digo Diego' porque ahora ese sentimiento 'british' parece que le abandona y ya ha anunciado que ha iniciado los trámites para renunciar a sus otras dos ciudadanías, la irlandesa y la británica. No lo olviden, Carney es un estadista, ahora tiene que tirar de patriotismo para ganarse a la progre sociedad canadiense y si para eso tiene que renunciar a la nacionalidad que le dio de comer durante años, lo hace.
Un diputado canadiense se refirió a Carney como un "novio poco fiable" por ciertas políticas que adoptó en el Banco de Inglaterra, y parece que no se equivocaba.