El ABC lo resume muy bien: Joe Biden quiere regalar anticonceptivos y condones. Los segundos son los únicos anticonceptivos que no son abortivos. Porque esta es la gran verdad oculta en todo lo referente a la contracepción. Se distingue entre píldoras abortivas y píldoras simplemente anticonceptivas, cuando lo cierto es que todos los 'antibaby' son potencialmente abortivos. Para decirlo más claro, todas las píldoras que se venden hoy en las farmacias están preparadas para actuar antes o después de la fecundación. Antes, como espermicidas y después, por lo general, impidiendo la anidación del óvulo fecundado. 

El presidente norteamericano, Joe Biden, cuenta con esta distinción maliciosa. Así, como broche final a su espléndida presidencia, y tres meses antes de que abandone la Casa Blanca, Biden promete anticonceptivos gratis a toda la población. 

El gran engaño del siglo XXI sigue siendo la distinción entre aborto y anticonceptivos: cuando todos los anticonceptivos que se venden hoy en las farmacias son potencialmente abortivos

Naturalmente, Kamala Harris aplaude entusiasmada aunque, seguramente le va a parecer poco. Todo lo que no sea infanticidio puro y duro a una progresista como ella se le queda estrecho.

En EE UU se vive la paradoja de que 'Yayoyou' es un católico abortero, mientras Donald Trump es un protestante provida. Es decir, que Biden pasará a la historia como el tío cristiano amante del fornicio. No está mal como balance.