El vicepresidente norteamericano, James David Vance, habló en la Conferencia de Seguridad de Munich... y sacudió a toda la clase política europea, con un discurso en el que relacionó libertad de expresión con seguridad y defensa. Y la verdad es que, después de escucharle, dan ganas de reconocer que sí: que están íntimamente relacionados. Sin libertad de expresión no hay seguridad global.

Puso muchos ejemplos. Verbigracia, que se criminalice el decir una verdad como la de que el covid surgió de un laboratorio chino. Esto dicho frente a unos líderes europeos que ya han alcanzado el repugnante consenso de censurar la redes sociales y, en resumen, de decidir quién tiene derecho a hablar y quién no. 

El vicepresidente norteamericano se dirige a los políticos europeos: "no habrá libertad si ustedes tiene miedo a lo que digan sus ciudadanos". En Europa, sentencia Vance, la libertad de expresión está en retroceso. Y sí: esa libertad es clave para la seguridad

Más ejemplo de JD Vance: que un británico fuera condenado por rezar ante un abortorio, en silencio y sin molestar a nadie. O que ante una mera sospecha se suspendieran las elecciones en Rumanía, no fuera a ser que "los fascistas" pudieran formar gobierno.

El discurso de JD Vance puede resumirse así: la censura progre puede acabar con la democracia.

Pero, por otro lado, Vance no se corta un pelo con Putin: advierte a Rusia que, o actúa de buena fe, o enviará soldados norteamericanos a Ucrania. Sí, han leído bien, el mismo segundo de Trump, que advierte a Europa que debe defenderse ella solita, advierte a Putin que no son aliados. Es la primera vez que un mandatario occidental, habla de hacer lo que había que haber hecho desde un primer momento: enviar soldados a defender Ucrania, porque esto de enviar armas para que los ucranianos pongan los muertos, no ha resultado uno de los episodios más brillantes de la historia europea.

Mientras, Ursula Von der Leyen habla de los 'valores universales' de Europa. Si son universales, señora, no son valores

Los rusos ya han reculado: quieren ralentizar las negociaciones abiertas por Trump-Vance, mientras Volodímir Zelensky, que escucha los cantos de sirena de los eurócratas correveidiles, asegura ahora que no empezará a dialogar si no está Europa.

Pero el discurso de Vance dio para más: el vicepresidente norteamericano se dirige a los políticos europeos: "no habrá libertad si ustedes tienen miedo a lo que digan sus ciudadanos". En Europa, sentencia Vance, la libertad de expresión está en retroceso. Y sí: esa libertad es clave para la seguridad.

Mientras, Ursula Von der Leyen habló, ante la misma audiencia, de los 'valores universales' de Europa. Si son universales, señora, no son valores. Es un muestra más de la diarrea verbal de un continente en acentuada decadencia, que habla de valores y no conoce otra cosa que los valores bursátiles. 

Pues bien, Vance dice lo mismo pero al revés: "La amenaza que más me preocupa en relación con Europa no es Rusia ni China, ni ningún actor externo. Es la amenaza que viene desde dentro: el alejamiento de Europa de sus valores fundamentales".

Lo de Europa no son valores universales, señora doña Ursula, son valores cristianos.

El vicepresidente de EEUU pidió a Europa que detenga la inmigración descontrolada... un día después de que, en el propio Munich, un afgano embistiera a una multitud

Más: el vicepresidente de EEUU pidió a Europa que detenga la inmigración descontrolada... un día después de que, en el propio Munich, un afgano embistiera a una multitud. ¿Qué tiene que ocurrir, se preguntaba Vance, para que los europeos dejemos de considerar ultra a todo aquel que no pretende que no se de acogida al inmigrante pero sí que se reciba a aquellos que podemos integrar y que se le obligue al extranjero a respetar el país de acogida?

Vance ha demostrado más potencia intelectual que su jefe, Donald Trump, y entre ambos, hay que reconocerlo que están cambiando el mundo tras, una espantosa década 'woke'.