Comenzamos esta crónica semanal sobre Hispanoamérica, la región compuesta por países hermanados en la Hispanidad (que tienen en común su fe cristiana, su cultura y su lengua), en Costa Rica, país que también se está viendo afectado por la lacra de la violencia de la delincuencia organizada.
Según Randall Zúñiga López, director general del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) -dependiente de la Corte Suprema de Justicia-, “pasamos de estar en una media de 585, 580 de homicidios a subir a 654 y posteriormente, en 2023, a 905. Este año ya llevamos 880”, la mayoría “con arma de fuego”.
Por ello, los obispos del país han realizado un llamamiento a los gobernantes para que “redoblen sus esfuerzos en erradicar esa lacra”, “un atentado contra la dignidad humana y contra el plan de amor que Dios tiene para cada uno de nosotros”.
Los obispos de Costa Rica instaron a las autoridades a “redoblar esfuerzos en erradicar esa lacra” de violencia que afecta al país. Llamaron a la sociedad a unirse en oración por las víctimas y a trabajar juntos por la paz. https://t.co/XCBVf5P5sK
— ACI Prensa (@aciprensa) February 6, 2025
Nos vamos a Nicaragua, donde los nicaragüenses vienen padeciendo la dictadura de Daniel Ortega desde que este se hiciese con el poder, en enero de 2007 (aunque anteriormente presidió un mandato presidencial entre 1985 y 1990).
El sandinista, lejos de apaciguarse con los años, se ha vuelto cada vez más dictador. Y ha endurecido la represión, sobre todo tras las protestas ciudadanas de 2018. Y una de las instituciones que persigue con más saña es la Iglesia católica, pues ésta fue una de las que más alzó voz contra esa represión y Ortega sabe perfectamente que predica libertad y dignidad humanas, ambas pisoteadas por él.
Por eso, sigue tomando medidas contra instituciones cristianas: la última, la expulsión de unas 30 monjas clarisas de sus conventos en Managua y Chinandega -fueron obligadas a marcharse de sus hogares con tan solo unas pocas pertenencias-, que vino precedida de la confiscación del Seminario San Luis de Gonzaga, en la Diócesis de Matagalpa.
Nueva expulsión de monjas clarisas en Nicaragua agrava la persecución religiosa https://t.co/FlzjRPPYi6
— Arwen (@ArwenPlaza) February 9, 2025
Muy cerca de Nicaragua, en Honduras, el 9 de marzo de 2025 se realizarán elecciones primarias y, el 30 de noviembre de 2025, las elecciones generales.
En ese contexto electoral, los prelados del país emitieron un comunicado en el que destacaban: “Lo decimos con toda sencillez y franqueza: nuestro interés mayor está en los pobres. En los muchos pobres, en los nuevos pobres que surgen de la inestabilidad económica actual y los persistentes motivos de la pobreza estructural”.
Por ello, pidieron a los hondureños que acudan a votar con sentido cívico y responsabilidad, “buscando el mayor bien posible para todos, en especial para los pobres”. Finalmente, exhortaron a los candidatos a priorizar el “bien común, la paz estable de la nación hondureña y el disfrute de los derechos sociales”.

(Los dictadores comunistas Miguel Díaz Canel y Nicolás Maduro)
Quien no prioriza el bien común sino que actúa como un auténtico dictador es el cubano Miguel Díaz-Canel, cuyas políticas comunistas han hundido a los cubanos en la miseria y la pobreza, como puede verse en este vídeo:
El dictador cubano Díaz-Canel pregunta a la población cuánto llevan sin electricidad: "20 horas", le dicen.
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) February 10, 2025
"Bueno, ya va a mejorar", responde cínicamente.pic.twitter.com/7YzcE8Onl9