Como ha contado Hispanidad, Venezuela y Guyana (la británica) se disputan desde hace más de un siglo un territorio llamado Esequibo, cuya característica principal es que es rico en petróleo y recursos naturales. 

Esequibo está dentro de Guyana, pero Venezuela lo reclama como propio. 

Y otro factor importante a tener en cuenta es que allí opera la petrolera estadounidense ExxonMobil

Recientemente (hace tres semanas), el dictador venezolano Nicolás Maduro llegó a amenazar a a EEUU, ExxonMobil y Guyana, con “todas las medidas necesarias”, para detener su actividad petrolífera.

Y en ese contexto, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, visitó ayer jueves Guyana y advirtió a la dictadura chavista, con estas palabras: “Si atacaran a Guyana o a ExxonMobil (...) sería un día muy malo, una semana muy mala, para ellos. No terminaría bien”. "Tenemos una Armada grande y puede llegar a casi cualquier lugar, a cualquier parte del mundo. Y tenemos compromisos vigentes con Guyana", por lo que “sería una muy mala medida, un gran error para ellos”.

No hay que ser un lince para interpretar que Rubio está amenazando militarmente a Caracas, cuando además, ambos países -EEUU y Guyana- están realizando estos días ejercicios militares navales en aguas internacionales y en la Zona Económica Exclusiva del país.

Después de la amenaza de Rubio a Maduro, este, con su habitual diplomacia, llamó "imbécil" al secretario de Estado estadounidense: "Por ahí sale el imbécil de Marco Rubio amenazando a Venezuela desde Guyana; a Venezuela no la amenaza nadie porque esta es la patria de los libertadores".

Imaginamos la sonrisa que se le habrá puesto en la cara a Rubio al escuchar estas palabras de Maduro. Pero lo novedoso que está haciendo el canciller de Trump es preocuparse por Hispanoamérica, pues sus padres son cubanos

Si añadimos a todo esto que su jefe, Donald Trump, acaba de declarar al régimen de Maduro una «amenaza inusual y extraordinaria» para la Seguridad Nacional de EEUU, por haber, entre otras cosas, “socavado sistemáticamente las instituciones democráticas” al reprimir elecciones libres y justas, pues ya tenemos casi el puzzle perfecto para imaginar que Washington está esperando un paso en falso de Maduro para actuar con más contundencia, es decir, incluso militarmente, contra la dictadura chavista. 

Una dictadura chavista que, recordemos, se quiere perpetuar en el poder, como ha demostrado con el pucherazo que cometió en las elecciones del pasado 28 de julio, en las que ganó la oposición, como ha demostrado en esta página web, tras el cual ha seguido reprimiendo los derechos y libertades de los venezolanos. 

En este contexto, también hay que recordar las recientes protestas del tirano Maduro contra las deportaciones de presos y criminales venezolanos -entre los que se encuentran miembros de la "organización terrorista transnacional" del Tren de Aragua- que está llevando a cabo EEUU hacia las cárceles de máxima seguridad de El Salvador. 

Pese a las protestas, Maduro se vio obligado acoger a presos venezolanos, después de que Marco Rubio le volviera a poner firme, con estas palabras: “Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde Estados Unidos. Este no es un tema de debate ni negociación. Tampoco merece recompensa alguna”. 

Y por cierto, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, visitó ayer las cárceles salvadoreñas instauradas por el presidente Nayib Bukele. Al término de la visita, y al lado de una de esas prisiones, Noem declaró: "Quiero que todo el mundo sepa que, si vienes de forma ilegal a nuestro país, esta es una de las consecuencias que puedes enfrentar". "Primero, no vengas a nuestro país ilegalmente. Serás expulsado y procesado. Y estas instalaciones son una de las herramientas que usaremos si cometes algún crimen contra estadounidenses".