Esta semana, la actualidad de la campaña presidencial se ha centrado en el debate entre los candidatos a la vicepresidencia, el senador republicano por Ohio J.D. Vance y el gobernador demócrata de Minnesota, Tim Walz.

Desde su designación como compañero de formula de Trump, Vance había sido caracterizado por la progresía mediática como un fanático radical y propagador de bulos. Y, a la vista de lo ocurrido, una vez más, han errado en el tiro, porque a pesar de su juventud, 40 años, y que su carrera política comenzó al ser elegido como senador por Ohio en 2023, Vance demostró una capacidad oratoria y de análisis político muy superior a su rival demócrata Walz, quien a pesar de sus casi dos décadas de carrera política, se vio superado por el joven republicano.

Sorprendió la gran habilidad de Vance para lidiar con los moderadores del debate, de cuestionable imparcialidad

Vance defendió con gran éxito el programa de su partido, y el legado de la presidencia de Donald Trump. El número dos del expresidente también logró poner de relieve el desastre generado por la política económica de Joe Biden y Kamala Harris, que está ahogando las economías domésticas en la primera potencia mundial, así como la política migratoria demócrata que ha generado una crisis humanitaria sin precedentes en la frontera sur de Estados Unidos.

Sorprendió la gran habilidad de Vance para lidiar con los moderadores del debate, de cuestionable imparcialidad, quienes trataron de poner contra las cuerdas en muchas ocasiones al republicano, quién aprovechó algunos de esos momentos para denunciar con éxito, entre otras, la censura de la Administración Biden-Harris indicando:

La censura a escala industrial del gobierno federal es una amenaza a la democracia mayor que el intento de Donald Trump de cuestionar pacíficamente los resultados de las elecciones

 

Uno de los momentos de mayor tensión fue cuando la moderadora del debate Margaret Brennan cortó el micrófono al republicano, cuando trataba de explicar la aplicación móvil para solicitantes de asilo. Lejos de ponerse nervioso, el republicano recordó a la periodista las propias reglas del debate y que esa app es un ejemplo más de la desastrosa política de la vicepresidenta Kamala Harris como responsable de la política migratoria en la Administración Biden:

“MARGARET BRENNAN: Para aclarar a nuestros espectadores, Springfield, Ohio, tiene una gran cantidad de inmigrantes haitianos que tienen estatus legal, estatus de protección temporal. Senador, tenemos mucho que hacer.

VANCE: Las reglas eran que no ibas a verificar los hechos, y dado que vas a verificar los hechos, para mí, es importante decir lo que realmente está sucediendo. Existe una aplicación llamada "CBP One" donde puedes ir como migrante ilegal, solicitar asilo o libertad condicional, y obtener estatus legal con el movimiento de una varita de frontera abierta de Kamala Harris. No se trata de una persona que llega y solicita una green card y espera diez años, sino de la facilitación de la inmigración ilegal por parte de nuestro propio liderazgo.

BRENNAN: Gracias por describir el proceso legal. Tenemos mucho que hacer, senador.

VANCE: Y Kamala Harris abrió ese camino.

WALZ: Esas leyes han estado vigentes desde 1990.

VANCE: La aplicación CBP One no existe desde 1990. Es algo que creó Kamala Harris.

BRENNAN: Caballeros, el público no puede oírlos porque los micrófonos están cortados. Tenemos tantas cosas a las que queremos llegar. Gracias por explicar el proceso legal.

Sobre el resultado del debate, el célebre encuestador y consultor de comunicación, Frank Luntz, no dudó en confirmar que Vance había vencido con rotundidad.

En el mismo sentido, en una entrevista con el Washington Examiner, el estratega Ford O'Connell no dudó en afirmar que "Vance realizó una de las mejores actuaciones en debates de vicepresidente de la historia".

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Aunque en Hispanidad acertamos en nuestra predicción de que J.D. Vance sería designado como el número dos de Trump en esta decisiva contienda presidencial, lo cierto es que Vance, aparentemente, no parecía el mejor candidato a efectos electorales dado que el Estado al que representa Ohio, si bien históricamente fue un Estado clave, desde la irrupción en política de Donald Trump se ha consolidado como un Estado republicano que, en principio, no resultará decisivo para las presidenciales de noviembre y por cuanto su perfil recuerda demasiado al propio Trump, con lo que quizás no aporta elementos especialmente novedosos a la fórmula electoral republicana.

Sin embargo, sí destacábamos que a sus 78 años, y únicamente pudiendo aspirar a un mandato más, pasando por la trágica experiencia de estar a punto de ser asesinado en dos ocasiones durante la campaña, Trump había decidido mirar al futuro, y muy particularmente a un eventual escenario de sucesión, priorizándolo incluso sobre la propia estrategia electoral.

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Ciertamente, el debate no será decisivo para inclinar la balanza en las elecciones presidenciales, como tampoco lo fue el debate entre los candidatos presidenciales Donald Trump y Kamala Harris, pero sí ha servido para situar a Vance como el nombre a seguir en la política estadounidense en los próximos años, demostrando que no sólo está preparado para ser vicepresidente sino también para ser presidente de Estados Unidos algún día.