El bloque de cinco partidos de centroizquierda, izquierdas y ultra izquierdas ganó las elecciones, con la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen, a la cabeza consiguió por la mínima la mayoría absoluta
Escrutinio electoral finalizado en Dinamarca con una participación del 84,1%, y contra todo pronóstico, el país repetirá Gobierno. El bloque de cinco partidos de centroizquierda, izquierdas y ultra izquierdas que ganó las elecciones, con la primera ministra socialdemócrata, Mette Frederiksen a la cabeza, consiguió por la mínima la mayoría absoluta y podrá reeditar su actual gobierno de coalición.
Aunque en Dinamarca la cosa sigue muy fragmentada, hasta 12 formaciones políticas tendrán representación en el Parlamento, que tiene 179 asientos. Los de Frederiksen obtuvieron 87 escaños en la Dinamarca continental, a los que hay que sumar dos escaños de Groenlandia y uno de islas Feroe, con una mayoría de 90 escaños y el 27,5% de los votos. “Hemos tenido las mejores elecciones en más de veinte años”, dijo Mette Frederiksen.
La alianza de conservadores y partidos de derecha, logró 73 escaños, 72 en la Dinamarca continental y uno en las islas Feroe. Después tenemos al partido de Los Moderados del ex primer ministro liberal Lars Løkke Rasmussen, con 16 escaños, que ha pasado de desempeñar un papel fundamental de mediador entre izquierda a derecha a no tener prácticamente ningíun peso. Pese a ello, Rasmussen dijo estar listo para negociar una eventual participación en el gobierno.
Ante tal escenario, los pactos para formar gobierno quedan abiertos, recordemos que pese a que los medios progresistas se felicitan y encumbran a la izquierdista primera ministra Mette Frederiksen, no debemos olvidar que Frederiksen ha pactado tanto con la izquierda como con la derecha, ojo, Frederiksen es la misma que aprobó deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda, con un acuerdo bilateral con el país africano. Es la misma Frederiksen que retiró las ayudas públicas a los inmigrantes que no trabajaran y la misma Frederiksen que limitó la libertad de los presos para que las adolescentes no se enamoren de asesinos convictos.