La Convención Demócrata ha dado comienzo en Chicago, el broche final de la primera jornada lo ponía Joe Biden, que subió al escenario con las lágimas saltadas y gritando al público: "¡Los quiero!". Era el discurso de despedida de Biden y el aún presidente aprovechó para ensalzar sus cuatro años al frente de la Casa Blanca, con palabras que más bien parecía justificarse ante 'sus colegas demócratas', quienes sin ningún tipo de miramiento le han apartado de la carrera por la presidencia en contra de su voluntad. 

Poco le faltó a Biden para autoproclamarse mejor presidente de la historia del mundo mundial, pero también hizo lo propio con Kamala Harris, asegurando que sería una presidenta que los niños podrían admirar (a los que deje nacer, porque Planned Parenthood ofrece abortos con medicamentos gratuitos a los asistentes a la Convención Demócrata), respetada por líderes mundiales y una figura histórica capaz de moldear el futuro de América, llegó a afirmar que elegirla como su compañera de fórmula en 2020 fue “la mejor decisión de mi carrera”. En resumen continuó con la campaña de blanqueamiento de Kamala. 

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En esta misión también participó Hillary Clinton, quien mostró todo su apoyo a Harris y dijo que había llegado el momento de romper el “techo de cristal” y que el futuro ya está aquí.

La convención se centró en varios temas clave, destacando como no, el aborto, tema de bandera de los demócratas en esta campaña.

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La cuestión para la que casi no dejaron tiempo los demócratas fue para hablar de Gaza, pero a que numerosos activistas propalestinos se manifestaban a las puertas de la Convención. Lógico, es un tema que no beneficia al partido. 

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