Contábamos en Hispanidad cómo el candidato demócrata y Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, había sacado su lado más desafiante y había retado a su partido, pese a las pérdidas de donantes, las peticiones y críticas de los medios y las declaraciones de muchos senadores y gobernadores de su formación, Biden lo dejó claro: él va a seguir siendo el candidato.

Y el mensaje fue con un 'recado' directo a sus compañeros de partido: las elecciones del próximo noviembre dependen de los votantes, no de los demócratas en el Capitolio. 

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Ante la cabezonería de Biden parecía que a los demócratas no les quedaba otra que cerrar filas y mostrarle su apoyo, pero siempre a la espera de cualquier otro fallo para volver a insistir en que debe irse, y ese nuevo síntoma de senilidad no ha tardado tiempo en aparecer. 

Ha sido en la rueda de prensa tras la reunión de líderes de la OTAN, en la que Biden tenía previsto dar una imagen y un mensaje que calmara las aguas. Pero ha sucedido todo lo contrario cuando se disponía a presentar a Zelensky: y es que se refería al presidente ucranianao como "el presidente Putin", y la cosa empeoró cuando al hablar de Kamala Harris aseguro que era ‘vicepresidente Trump’.

La reacción del resto de presidentes no tiene desperdicio.

Pero es que al ser preguntado por lo sucedido, Biden, el vigía de Occidente, directamente no ha dado explicaciones y ha abandonado el atril de la sala de prensa. 

Pero el mundo mundial puede estar tranquilo acerca del estado de salud del líder de la primer potencia mundial, porque Sánchez, que tiene ojo para estas cosas, así lo ha dicho: él lo ha visto bien. 

Y ya saben que Pedro no se equivoca y no es nada gafe...

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Dicho en otras palabras, todos saben que Biden no está en condiciones para presentarse, pero como hemos analizado en más de una ocasión, hay dos problemas, Joe no quiere irse y no hay banquillo para sustituirle.