
El presidente de Estados Unidos Donald Trump presentó el martes ante una sesión conjunta del Congreso su visión para los próximos cuatro años de Gobierno. Uno de los puntos en los que el republicano hizo mayor hincapié fue en su lucha contra el wokismo y la ideología trans. Recordando que ha conseguido sacar a "los hombres de las competiciones deportivas de mujeres", y haber instaurado la política lógica "de que sólo hay dos géneros".
Al hilo de estas políticas, el senador republicano Tommy Tuberville, de Alabama, presentó un proyecto de ley denominado Protection of Women and Girls in Sports Act. La iniciativa planteaba condicionar la financiación federal de los centros educativos al cumplimiento de la prohibición de que deportistas trans compitieran en categorías femeninas.
Tuberville defendió su propuesta argumentando que "desde el principio de los tiempos, se ha entendido que el sexo se asigna al nacer y está determinado por Dios". Añadió que, bajo la administración de Joe Biden, "algunas personas han llegado a afirmar que los hombres pueden quedarse embarazados".
La iniciativa no sólo contaba con el respaldo mayoritario del Senado, y con la previa aprobación que obtuvo en el Congreso, si no que también, según encuestas recientes, la mayoría de los estadounidenses -el 79%- se oponen a la participación de personas trans en competiciones deportivas femeninas.
Pese a todo el apoyo, y a los 51 votos a favor de los republicanos, los demócratas consiguieron bloquear la votación usando el resquicio legal del filibusterismo. Con esta argucia consiguen parar el debate, antes de tener que votar, y no dejarlo terminar. Así vetan la votación, para levantar el veto, se necesita mayoría reforzada de 60 votos a favor, de los cuales no disponen los republicanos que cuentan con 51 representantes.
Ahora, la única salida para los republicanos es activar la 'opción nuclear', la cual en pocas ocasiones se ha usado y nunca para iniciativas legislativas, sólo para nombramientos del Tribunal Supremo y para nombramientos del Gabinete del Presidente. Si se usara, se tendría que volver a presentar la iniciativa y activar esta opción para no dejar que los demócratas volvieran a parar el debate, así se podría aprobar la iniciativa con 51 votos.
"La guerra de los demócratas contra las mujeres continúa, ya que los 45 senadores demócratas votaron en contra", señaló en un comunicado el grupo Independent Women’s Voice. En la misma línea se pronunció Riley Gaines, activista en defensa de las categorías deportivas femeninas, la cual se unió a la iniciativa de redes sociales de saber los nombres de los demócratas que votaron: "nómbralos y avergüénzalos a todos".
Tras conocerse el bloqueo, los obispos católicos de Estados Unidos reiteraron su apoyo al proyecto de ley. En una declaración publicada por la conferencia episcopal, el obispo Robert Barron y el obispo David O’Connell calificaron la Ley de Protección de Mujeres y Niñas en los Deportes como “una legislación de sentido común que garantizaría la equidad para las atletas femeninas”.
“La enseñanza de la Iglesia Católica nos llama a defender la igualdad de dignidad entre hombres y mujeres, reconociendo que Dios nos creó hombres y mujeres. Esta legislación garantizaría igualdad de condiciones para que las mujeres y las niñas compitan en igualdad de condiciones y seguridad con otras mujeres”. “Una promoción ideológica de la identidad personal,desvinculada de la realidad biológica, socava la dignidad humana y el papel que desempeña el deporte en la verdadera formación educativa”.
“Reiteramos nuestro apoyo de larga data a esta ley y alentamos a las estudiantes atletas de todo el país a seguir luchando por defender la justicia y la igualdad en las competiciones deportivas”.
Más sorprendente ha sido el apoyo a los republicanos por parte del ultra progresista y demócrata Gobernador de California, Gavin Newson, que ha recriminado la política sostenida por la mayoría de su partido: "Es profundamente injusto", le dijo Newson al comentarista conservador Charlie Kirk durante la emisión de un podcast. No es el primer miembro del partido que, después de la victoria de Trump, ha cambiado de opinión en muchos temas y se ha alineado con el presidente. Newson es el último y más sorprendente. Pero todo tiene un porqué, en 2027 se acaba su mandato en California, y Newson no puede optar a la reelección, por lo que pone su vista ne las presidenciales y la falta de banquillo del partido, pero sabe que la fórmula woke no funciona, por lo que busca posicionarse en el centro e intentar robar votos del MAGA y los seguidores de Trump. Una de sus herramientas es su recién estrenado podcast, en el que anunció que buscaba invitar a miembros y personalidades relacionadas con el presidente.
Newson quiere la presidencia, y hará todo lo que haga falta para conseguirla, incluso cambiar de opinión radicalmente y en pocos meses.