Es evidente el giro provida de Estados Unidos desde que Trump ocupa la Casa Blanca. Medidas provida, excarcelamiento de activistas acosados por Joe Biden y declaraciones y posicionamientos de primeros espadas de la Administración a favor de la vida. 

A lo que hay que sumar la gran noticia de la pasada semana: la Administración Trump congelará las subvenciones a Planned Parenthood, el gigante abortero que no pasa por su mejor momento: dinero derrochado en financiar objetivos políticos y candidatos aborteros, sumado a las numerosas denuncias por fraude que acumula la red de abortorios. El cierre obligado de muchas clínicas gracias a las medidas provida y el corte de financiación de Medicaid con la llegada de Trump, suponen un panorama económico que se presenta muy negro para Planned Parenthood. 

Desde que en 2022 se revocara la sentencia del caso Roe vs. Wade la batalla por la vida ha sido incansable día tras día. Con la vuelta de Trump al poder, la balanza ha ganado fuerza contra la cultura de la muerte, y varios estados republicanos lo han aprovechado. Según informa el medio estadounidense The Hill ya son 10 los que han presentado propuestas legislativas para poder contemplar el aborto como un homicidio, del cual la culpable sería la madre. Algunos de los textos también incluyen penar la fecundación in vitro.

Hablamos de Georgia, Kentucky, Missouri, Carolina del Sur, Texas, Oklahoma, Indiana, Iowa, Idaho y Dakota del Norte.

Detrás de estos proyectos se busca dar un nuevo paso y reconocer legalmente la personalidad del embrión. Eso es, por supuesto, algo que el movimiento provida siempre había deseado, pero realmente no se había podido lograr de la misma manera que ahora sin el caso Roe v. Wade”, dijo Mary Ziegler, profesora de derecho en la Universidad de California, Davis. Los republicanos de los proyectos de ley han argumentado que los fetos son “tan humanos como nosotros” y deberían ser tratados legalmente como tales. Algo que ya defendió Benedicto XVI y que lo resume todo: Dios ama al embrión.

El escollo que están encontrando estos proyectos es que en todos esos estados, con excepción de Dakota del Norte, se contempla la pena de muerte en los casos de homicidio, algo que está mermando el apoyo a las normas.