En EEUU, el nuevo presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva nada más tomar posesión que terminaba con la ciudadanía estadounidense por el hecho de haber nacido en el país y ser hijo de inmigrantes ilegales (sin papeles) o con un estatus temporal. 

Contra la orden ejecutiva presentaron recurso los estados de Washington, Arizona, Illinois y Oregón. Y también han presentado recursos los fiscales de otros 22 estados (la mayoría de ellos demócratas) y varios grupos de derechos de los inmigrantes en todo el país. Todo ellos argumentan que la 14.ª Enmienda de la Constitución del país garantiza la ciudadanía a las personas nacidas en él. 

Ante ello, el juez federal John C. Coughenour ha fallado paralizándola temporalmente, al calificarla de "descaradamente inconstitucional". El bloqueo afecta a todo el país, es decir, que ha sido paralizada a nivel nacional. 

La entrada en vigor de la orden ejecutiva de Trump estaba prevista para el 19 de febrero. Y podría afectar a miles de niños. 

Por otra parte, el presidente estadounidense mantuvo una reunión telefónica con el actual presidente de El Salvador Nayib Bukele, en la que ambos conversaron "sobre la posibilidad de trabajar juntos para detener la inmigración ilegal y acabar con las pandillas transnacionales como el Tren de Aragua. El presidente Trump también elogió el liderazgo del presidente Bukele en la región y el ejemplo que da a otras naciones del hemisferio occidental”, según un comunicado de la Casa Blanca.

El Tren de Aragua es una banda criminal de origen venezolano y declarada como "organización terrorista" por Trump.