Decíamos esta misma mañana en Hispanidad que, entre toda la contienda de las primarias, todo apuntaba a que la Corte Suprema de Estados Unidos iba a emitir una opinión esta semana sobre si el expresidente Trump puede ser elegible en Colorado, algo que sería crucial en el resto de Estados progresistas que buscan su inhabilitación.

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Y es que, pese a que el Alto Tribunal aseguró que el fallo sería en junio, el fallo podía adelantarse puesto que mañana 5 de marzo es el Súpermartes, donde se disputan las primarias en 16 estados a la vez. Varios estados que votan en esta importante fecha han participado de la cacería contra Trump y han decido que el expresidente no podía ser candidato.

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Y así ha sido, el Tribunal Supremo declara inconstitucional la decisión de Colorado, y el expresidente Trump podrá aparecer en la papeleta de Colorado. Decisión que también afectará a Maine e Illinois, dos Estados con denuncias similares interpuestas. 

"El desquiciado plan demócrata para borrar mi nombre ha fracasado, pero nuestra lucha para hacer grande a EEUU otra vez está lejos de terminar", ha afirmado Trump. "Los demócratas todavía están impulsando interminables cacerías de brujas en mi contra", ha añadido. 

Recordemos que los demandantes apelaban a la Decimocuarta Enmienda de la Constitución, que prohíbe a personas que han participado en una insurrección ocupar un cargo de elección popular.

La alegación a la decimocuarta enmienda es especialmente relevante y supone una utilización de la historia digna del Partido Demócrata. Dicha enmienda se redactó después de la Guerra de Secesión y se utilizó para descalificar a quienes fueron parte de la Confederación. Es decir, la guerra de Secesión estalla cuando el republicano Abraham Lincoln toma posesión como Presidente de los Estados Unidos. Lincoln quería abolir la esclavitud africana, algo que no gustó a los llamados Estados Confederados de América, donde era legal tener esclavos: Carolina del Sur, Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas, todos ellos gobernados por demócratas. 

La guerra la perdieron los Estados Confederados y para proteger que sus miembros, muchos ellos parte del Ku Klux Klan, pudieran llegar a cargos públicos, se redactó la Enmienda decimocuarta, que ahora los demócratas usan contra Trump.