Como informamos ayer lunes, en un principio, no se esperaba discurso hasta el jueves, pero el atentado contra Donald Trump de este fin de semana ha hecho que la agenda cambie. Y así ha reaparecido en Milwaukee (Wisconsin), donde se celebra la Convención Republicana.


Volver a ver a Trump era uno de los grandes y esperados momentos de la noche, pero no el único. "Conforme a la Norma 40D de los Estatutos del Partido Republicano, declaro formalmente al presidente Donald J. Trump y a J.D. Vance candidatos republicanos a presidente y vicepresidente de Estados Unidos", sentenciaba Michael Whatley.

Y así se confirmaba que Trump sería el candidato republicano a las elecciones presidenciales, algo que ya se daba por hecho, pero se despejaba la gran duda: quién sería su compañero de ticket electoral. 

Ignacio Aguirre ya adelantó en Hispanidad cómo el nombre del joven senador por Ohio Vance iba tomando fuerza entre los candidatos. Nació hace 39 años en Middletown, hijo de Donald Bowman y Bev Vance. Sus padres se divorciaron cuando era pequeño y fue adoptado por el tercer marido de su madre. Él y su hermana se criaron con sus abuelos. Tras graduarse en el instituto de su ciudad natal, se alistó en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos y participó en la Guerra de Iraq. Tras regresar del conflicto, comenzó sus estudios universitarios, graduándose con distinción summa cum laude en Ciencias Políticas y Filosofía por la Universidad del Estado de Ohio en 2009. En 2013, se licenció en Derecho por la prestigiosa Universidad de Yale, perteneciente al Ivy League. Precisamente en Yale conoció a Usha Chilukuri, compañera de clase con la que contrajo matrimonio y con quien tiene tres hijos en común.

Tras ejercer como abogado en una firma de Derecho corporativo, se trasladó a la ciudad de San Francisco, donde trabajó en una firma de capital riesgo perteneciente al millonario Peter Thiel, cofundador de PayPal. Saltó a la fama nacional por ser el autor del bestseller publicado en 2016, Hillbilly Elegy, obra de referencia para entender el cambio social estadounidense de las últimas décadas, que ha hecho que millones de históricos votantes demócratas hayan pasado a ser trumpistas.

Su éxito literario le llevó a su activismo político, convirtiéndose en un estrecho aliado de Donald Trump. De firmes convicciones conservadoras y provida, si bien Vance fue educado como cristiano evangélico, en 2019 se convirtió al catolicismo al considerar que era la auténtica fe verdadera y porque según Vance la teología católica es la guía de sus ideas políticas.

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También señalamos sus dos puntos débiles. Primero representa a Ohio, si bien históricamente fue un Estado clave, desde la irrupción en política de Donald Trump, se ha consolidado como un Estado republicano que, en principio, no resultará decisivo para las presidenciales de noviembre.

Por otro lado, su perfil recuerda demasiado al propio Trump, con lo que quizás no aporta elementos especialmente novedosos a la fórmula electoral republicana. A este respecto ha sido el propio expresidente el que ha dado algunas pinceladas de los motivos de su elección: "Luchó fuertemente por los trabajadores y agricultores estadounidenses en Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Ohio, Minnesota y mucho más allá...", zonas rurales en las que Vance puede ayudar a Trump a ganar popularidad. 

Lo que sin duda parece claro es que la elección de Vance presagia una campaña de total dureza, por el perfil trumpista del candidato, su nombramiento es toda una declaración de intenciones. Asimismo, y mucho más importante, Trump deja muy claro que Vance será su sucesor en el Partido Republicano y el candidato a presidente en un futuro no muy lejano. 

Para celebrar su nombramiento, Trump amanece con una encuesta realizada por YouGov y recogida por electomanía, que muestra cómo Biden no sería capaz de ganar en ningún estado de los decisivos. Tendencia que hemos visto en otros sondeos, pero la distancia se ha acrecentado desde el atentado, favoreciendo a Trump en todos los estados clave: Michigan, Nevada, Wisconsin, Pensilvania, Carolina del Norte, Arizona y Georgia, el expresidente lidera con una ventaja que varía entre 2 y 7 puntos.