Ayer lunes analizábamos en Hispanidad las últimas consecuencias del debate electoral entre Joe Biden y Donald Trump, donde el republicano fue muy superior al demócrata. La crisis es tal que los familiares del clan Biden en Camp David para estudiar la situación, las conclusiones eran claras: Joe debe continuar... pero tiene que despedir a sus asesores y hacer cambios en su equipo. 

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Por tanto, a la negativa de Biden de echarse a un lado, se suma la falta de voluntarios para sustituirle, siendo un suicidio político para el demócrata que decida tomar las riendas. Todo ello hace que el equipo del Presidente esté recopilando datos y encuestas para conocer el impacto de la catástrofe, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los donantes y contribuyentes del partido ya han anunciado que retirarán su financiación a Joe. 

Hoy dos nuevas encuestas confirman la tendencia del sondeo publicado ayer. El primero de Morning Consult, recogido por Electomanía, apunta la victoria en voto popular de Donald Trump con un 44% frente al 43% del demócrata. En la misma línea, el sondeo de Harris, también recogido por Electomanía, que muestra un avance de Trump, que ganaría en voto popular a Biden por 4 puntos, 52% frente al 48%.

Y con toda esta polémica llega el fallo del Tribunal Supremo de EEUU que ha determinado que Trump -y todos los presidentes- tienen “inmunidad absoluta” frente a procesos penales por “actos oficiales” durante su mandato, pero aún pueden enfrentar sanciones penales por “actos no oficiales”.

La Corte aclaró que no existe inmunidad para actos que no estén relacionados con las funciones oficiales del presidente. Por ejemplo, actividades de campaña o acciones personales no están cubiertas por esta inmunidad.

Así, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, que es quien redacta el fallo asegura que un presidente “no está por encima de la ley”, pero tiene “inmunidad absoluta” frente a un proceso penal por actos oficiales realizados mientras estaba en el cargo.

“Por lo tanto, el presidente no puede ser procesado por ejercer sus poderes constitucionales básicos y tiene derecho, como mínimo, a una presunta inmunidad procesal por todos sus actos oficiales”, asegura Roberts. 

Biden ha intentado aprovechar la sentencia para ganar algo de popularidad, usando una vez una vieja táctica demócrata: 'cuidado que viene el peligrosísimo Trump'. “El pueblo estadounidense debe decidir si quiere confiar… una vez más, la presidencia a Donald Trump, sabiendo que ahora estará más envalentonado para hacer lo que quiera, cuando quiera”. Además ha asegurado que el fallo sienta un “peligroso precedente”, que el republicano usará si gana en noviembre. 

Por su lado Trump ha celebrado la sentencia, que "está brillantemente escrita", "elimina el olor de los juicios y engaños de Biden", y es que el republicano acusa al presidente y su administración de usar estos juicios como una maniobra política: "han sido utilizados como un ataque injusto al oponente político del crucero", él mismo.