Atentado contra Trump... y coherencia e incoherencia
Hace cuatro años, en esta misma semana, el entonces candidato presidencial demócrata Joe Biden aventajaba en más de 9 puntos al entonces presidente y candidato republicano Donald Trump. Sin embargo, ahora es Trump el que aventaja es algo más de un punto a Biden. Una ventaja ciertamente muy apretada, pero que revela que el escenario es mucho más complicado para las aspiraciones del demócrata que hace cuatro años.
No obstante, al igual que siempre, serán una serie de Estados clave los que decidirán las elecciones en noviembre, en concreto, Arizona, Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Michigan, Pensilvania y Nevada.
Y aquí es donde la ventaja de Trump es mayor, dado que está por encima de Biden en casi todos ellos. Así, el republicano goza de una ventaja de entre 4 y 6 puntos en Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Nevada y de casi 3 puntos en Pensilvania. Los más igualados son Michigan, donde la ventaja de Trump es inferior a un punto y Wisconsin donde hay un empate total entre ambos.
Mientras tanto, el republicano sigue consolidando su dominio en Florida y Ohio, Estados que si bien históricamente decidían la Casa Blanca, tras la irrupción del trumpismo han abrazado el conservadurismo. Dos Estados muy poblados, que aportan un importante número de votos al colegio electoral, dado que constituyen el tercer y el octavo Estado más poblados del país, en los que Trump sigue dominando por una diferencia de casi ocho puntos en Florida y casi nueve en Ohio.
El avance del republicano en los Estados decisivos hace que algunos analistas incluyan en la lista de Estados clave a Virginia y Minesota, normalmente alineados con los demócratas. En estos, aunque Biden sigue en cabeza, la ventaja es de 2 y 3 puntos. Si bien la campaña republicana está haciendo esfuerzos para avanzar en ambos, a la hora de la verdad, es poco probable que logren llevarse el gato al agua, con lo que más bien deberían centrarse en consolidar su ventaja en los siete Estados decisivos.
El resultado del primer debate presidencial, en el que Trump ha sido muy superior a Biden, sin duda inclina la balanza a favor del republicano, tanto es así que a la progresía mediática sólo le han quedado dos salidas, por un lado, asegurar que Trump ganó, pero diciendo mentiras, y por otro, insinuar la posibilidad de que su amado líder Biden, quizás y solo quizás, no es el mejor candidato.
Ya analizamos en Hispanidad qué posibilidades tienen los demócratas de poder contar con otro candidato, a estas alturas y cuando queda apenas un mes para que el partido tenga que designar al candidato, sólo les queda una opción: que Biden dimita voluntariamente. En este caso, la decisión final recaería en los delegados de la Convención que estaban comprometidos con él, que tendrían que votar por otro candidato, ya que no daría tiempo a celebrar otras primarias. Aquí se abre la necesidad de encontrar un candidato, los que más suenan son Kamala Harris, que sería lo más lógico, pero goza de menos popularidad que el propio Biden, Michelle Obama, que ya ha dicho que no está dispuesta y es que designarse candidata a cuatro meses de las elecciones sería inmolar su entrada en política o Gavin Newsom, gobernador de California.
Pero hay otra posibilidad, que sea la propia Convención, ante la tozudez de Biden la que lo destierre como candidato. Aquí sí podemos tirar de imaginación, y efectivamente existe la posibilidad que los delegados pudieran desertar en masa y desechar a Biden, a pesar de que se comprometieron a votarle tras ser elegidos precisamente por los electores demócratas. Un caso muy cinematográfico y ciertamente poco probable, dado que los estatutos del partido prevén escenarios para reemplazar al candidato en caso de una vacante, pero supeditado a casos de fallecimiento, dimisión o incapacitación… no para cambiar a un alguien que no quiere dimitir. En este punto, tendría que jugar un papel relevante el presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, quien es un estrecho aliado de Biden y que no ha mostrado señal alguna de que no quiera apoyar la candidatura de reelección de Biden.