
En el mundo se está creando el ambiente propicio para el asesinato de Donald Trump. Ursula Von der Leyen no se está comportando de forma menos necia que Sánchez: se ha puesto al servicio de Xi Jinping
La última noticia del culebrón de los aranceles - que no, que no es para tanto - es que la Casa Blanca ha decidido aumentar los aranceles chinos hasta el 104%. Naturalmente, el violento gigante asiático, la mayor tiranía del mundo, que lidera Xi Jinping, se ha disfrazado de víctima del imperialismo norteamericano, ocultando el pequeño detalle de que China exporta a Estados Unidos tres veces más de lo que importa. Todo ello gracias al 'dumping' chino que puede permitirse el inventor del maléfico "un país, dos sistemas", esto es, una tiranía comunista que practica el capitalismo más depredador.
Sí, es que Donald Trump no es ni débil ni superficial. Es un personaje inteligentísimo, con una gran alegría de vivir, que sabe perfectamente lo que quiere pero lo plantea como un farolero jugador de póker o de mus. Ya lo hemos explicado en Hispanidad: si pretende conseguir 20 y sólo tiene 10 él plantea 100... pero sabe llevar su faro hasta el final. Cuando consiga los 20 que pretendía, firmará la paz. No es un hombre de guerra, es más, es un pacifista, un negociador.
Además, el presidente norteamericano es un hombre de principios. Y eso no lo han entendido ni en Europa ni en el Lejano Oriente.
Viaje de Sánchez a Pekín: inoportuno. Don Pedro el presumido se convierte en caballo de Troya de Pekín en Europa. Uusula Von der Leyen se pone al servicio de Xi Jinping: una traición de Bruselas a Europa, a Occidente, es decir, a la libertad
Trump es, además, un personaje de cosmovisión cristiana y cree en lo que defiende. No es un santo pero es sensato, con una cuya prudencia -sí, prudencia- que le hace que parezca loco. No está loco, al contrario es el mundo el que ha enloquecido, se ha vuelto loco y, en este escenario, es el cuerdo quien parece demente.
Sí, las bolsas están en caída libre. Algo que, en principio, no les viene nada mal. De vez en cuando, una sacudida a los mercados especulativos de Occidente y Oriente constituye la mejor medicina. Antes de la guerra comercial de Trump -que es guerra contra el librecambismo, no contra la propiedad privada- el mundo hubiera seguido con su librecambismo asimétrico e injusto, donde el pez grande se come el chico y donde China se ha convertido en la primera potencia económica mundial a costa de explotar su tiranía contra sus propios ciudadanos y ahora contra el mundo entero.
El nuevo librecambismo, justo, sería aquel en el que todos los países participen en un mercado global en las mismas condiciones.
El problema es que, ahora, China, India, los Arabia, Irán, los Brics, una Hispanoamérica infiel a los principios católicos de la Hispanidad, etc, andan vacíos de contenido, de ideario y de moral, y entonces reaccionan contra Trump con una visceralidad que raya en la estupidez.
El caso es que el follón global que se ha montado con los aranceles, ha multiplicado un ambiente anti-trumpismo, ya generado durante la presidencia de Joe Biden. Se está creando ese escenario propicio para el asesinato de Donald Trump: mucha gente, la mayoría considerada hoy gente moderada, lo desea desde hace tiempo y todo buen homicida necesita, antes que ninguna otra cosa, un móvil que le justifique. Y ahora, con los aranceles, se ha encontrado la razón.
🚨🇺🇲 El 55% de los izquierdistas en EEUU dicen que matar a Trump estaría justificado. Pero el ultra eres tú. pic.twitter.com/zpmxV9zbgt
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) April 9, 2025
Ahora bien, lo peor es que, si matan a Donald Trump, el amago de vuelta al cristianismo -o sea, a la sensatez- se terminará y se acelerará el programado ataque ruso a Europa. Y por el momento, Trump, el hombre que ha detenido a la generación woke, carece de sucesor. Por eso hablo de ataque ruso a Europa, que no es una hipótesis absurda.
Lo peor es que, si matan a Donald Trump, el amago de vuelta al cristianismo -o sea, a la sensatez- se terminará y se acelerará el programado ataque ruso a Europa. Y por el momento, Trump, el hombre que ha detenido a la generación 'woke', carece de sucesor
En el entretanto, Europa persiste en su idiotez suicida. Dos detalles: viaje de Sánchez a Pekín: inoportuno. Don Pedro el presumido, llevado de su egolatría, está dispuesto a convertirse en el caballo de Troya de Pekín en Europa. Ursula Von der Leyen no se está comportando de forma menos necia que Sánchez: se ha puesto al servicio de Xi Jinping: toda una traición de Bruselas a Europa, a Occidente, es decir, a la libertad. Mientras, el tirano Xi sonríe: hay que ver qué estúpidos son estos europeos, vamos a utilizarlos.
El magnicidio del actual presidente norteamericano me parece algo más que una probabilidad remota. El Servicio Secreto y el FBI deben estar atentos... si es que no están en el bando homicida. Todo regenerador cristiano, y Trump lo es a pesar de sus malos modales, genera un odio irracional en el siglo XXI, el siglo de la Blasfemia contra el Espíritu Santo. Y el Nuevo Orden Mundial (NOM) ya ha pretendido liquidar a Trump y puede volver a intentarlo. Si lo consigue, no lo duden: la locura genero y la locura en general despertarán, acelerarían su paso y se precipitaría el principio del fin de la historia.