Decíamos ayer en Hispanidad que al funeral por Benedicto XVI no acudirá el Rey Felipe, ni la Reina Letizia ni doña Leonor, princesa de Asturias. Asistirá doña Sofia, que no es la hija del Rey sino su Madre y también es emérita. La Reina doña Sofía, por cierto, ya no es miembro de la Familia Real, porque lo que no se sabe qué pinta exactamente en el Estado de la Ciudad del Vaticano.

A la comitiva española se unen el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y la embajadora española ante la Santa Sede, Isabel Celaá. Así, nos convertimos en el país europeo con más baja representación insitucional.

El funeral del Papa Benedicto XVI tendrá lugar el próximo jueves 5 de enero, en la plaza de San Pedro, es cierto que el Vaticano oficialmente solo ha invitado a dos delegaciones: la de Italia y la de Alemania, país de origen del Papa. Pero líderes políticos y religiosos de todo el mundo acudirán al funeral con sus comitivas oficiales.

Por parte de Italia acudirán el presidente Sergio Mattarella y la primer ministro Georgia Meloni. En cuanto a Alemania irán el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, el canciller Olaf Scholz y el primer ministro de Baviera, Markus Söder, la región natal de Joseph Ratzinger. Además, se espera la asistencia del rey de Bélgica y su mujer, el presidente de Polonia, Andrzej Duda, el presidente de Portugal, Marcelo Nuno Duarte Rebelo de Sousa, la presidente húngara, Katalin Novak, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.

Pero sin duda, la presencia más sonada es la del metropolita Antonji, nombrado como ‘ministro de Exteriores’ del patriarca Cirilo, jefe de la Iglesia ortodoxa rusa.

España, por ahora y hasta que Tezanos quiera, sigue teniendo una mayoría católica, y con la representación que enviamos nos convertimos en el único país de nuestro entorno en no enviar ni al Jefe de Estado ni el Jefe de Gobierno.