El presidente de EEUU, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva, titulada 'Restaurando la verdad y la cordura en la historia de Estados Unidos', en la que ordena recolocar monumentos y estatuas retirados desde 2020, cuando se produjeron los violentos sucesos tras la muerte de George Floyd (de raza negra), iniciados en mayo de ese año.
Esas protestas degeneraron en un movimiento denominado Black Lives Matter, en el que se organizaron protestas contra la llegada de los europeos a América y un supuesto 'genocidio' cometido por estos.
Estatuas de Colón o dedicadas al misionero Fray Junípero Serra fueron derribadas en buena parte de EEUU.
Ahora, la orden ejecutiva de Trump busca restaurar esos monumentos, denunciando que "durante la última década, los estadounidenses han sido testigos de un esfuerzo concertado y generalizado para reescribir la historia de nuestra nación, reemplazando los hechos objetivos con una narrativa distorsionada impulsada por la ideología más que por la verdad. Este movimiento revisionista busca socavar los notables logros de Estados Unidos al proyectar sus principios fundacionales y sus hitos históricos bajo una luz negativa. Bajo esta revisión histórica, el legado incomparable de nuestra nación de promover la libertad, los derechos individuales y la felicidad humana se reconstruye como inherentemente racista, sexista, opresivo o irremediablemente defectuoso. En lugar de fomentar la unidad y una comprensión más profunda de nuestro pasado compartido, el esfuerzo generalizado por reescribir la historia profundiza las divisiones sociales y fomenta un sentimiento de vergüenza nacional, sin tener en cuenta el progreso que Estados Unidos ha logrado y los ideales que continúan inspirando a millones en todo el mundo".
La orden del presidente prosigue: "La administración anterior promovió esta ideología corrosiva. En el Parque Histórico Nacional Independence en Filadelfia, Pensilvania, donde nuestra Nación declaró que todos los hombres son creados iguales, la administración anterior patrocinó la capacitación de una organización que aboga por desmantelar los 'fundamentos occidentales' e 'interrogar el racismo institucional' y presionó a los guardabosques del Parque Histórico Nacional para que su identidad racial debería dictar cómo transmitir la historia a los estadounidenses visitantes porque Estados Unidos es supuestamente racista".
Y añade la orden ejecutiva de Trump: "Es política de mi Administración restaurar los sitios federales dedicados a la historia, incluidos parques y museos, para convertirlos en monumentos públicos solemnes y edificantes que recuerden a los estadounidenses nuestra extraordinaria herencia, nuestro progreso constante para convertirnos en una Unión más perfecta y un historial incomparable de avance de la libertad, la prosperidad y el florecimiento humano. Los museos en la capital de nuestra nación deberían ser lugares donde las personas vayan a aprender, no para ser sometidos a adoctrinamiento ideológico o narrativas divisivas que distorsionen nuestra historia compartida".