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Sorpresa en Austria. La noticia es que la extrema derecha formará gobierno en Austria -si puede- tras fracasar la coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos de aquel país.
Así, Herbert Kickl (Partido por la Libertad, FPO) intenta ganarse a los conservadores para ocupar la cancillería. Ojo, el VPO no es un partido cristiano, es sólo un partido anti-migración... pero ganó las elecciones.
La derecha, la izquierda y el centro, crearon un 'cinturón sanitario', esa cursilísima figura que se ha inventado el progresismo de derechas y de izquierdas para calificar de ultra a los partidos más votados y así impedirles el acceso al gobierno por medios escasamente democráticos.
Ahora bien, los austriacos aún no han caído, todo se andará, en el cinismo sanchista vigente en España, por el que don Pedro Sánchez es capaz de pactar con cualquiera, incluido sus contrarios y aquellos que atentan contra sus convicciones. Es la ventaja de no tener convicción alguna, salvo la de permanecer en el poder.
Por eso, porque sus planteamientos no eran conciliables, conservadores, centristas y socialistas austriacos no han conseguido un acuerdo para formar gobierno y el presidente de aquel país ha tenido que otorgarle, muy a su pesar, a la 'ultraderecha' de Herbert Kickl la formación de gobierno. No otra cosa es lo que ha pasado en aquel país. Ahora bien, dicho todo esto, sí hay que recalcar que el partido por la libertad austriaca no es un partido cristiano.
Vox sí lo es, aunque pudiera serlo más. Pero el FPO no lo es en modo alguno: no es más que un partido anti-migración. Y un partido antimigración nunca podrá ser un partido cristiano. El cristianismo nos ordena a los católicos, acoger al emigrante, pero no es eso lo que hace el Sanchismo en España. Lo que realmente hace Sánchez es soltar inmigrantes por las calles, casi obligándoles a delinquir. Para esto, mejor no dejarles entrar.
En cualquier caso, acoger, es el principio cristiano respecto a la migración,
junto a aquel otro que dice que las migraciones son malas en sí mismas y que la inmigración debe hacerse con orden.
No, la derecha pagana austriaca no es cristiana pero no por ello es perseguible por unos partidos, de derecha y de izquierda, que tampoco son cristianos, entre otras cosa porque excluyen. Y encima, esa llamada ultraderecha respeta otros principios cristianos -como la vida del no nacido o la familia natural- que los partidos tradicionales, de derecha y de izquierda, violan cada día.