La primer Ministro de Italia, Giorgia Meloni, nunca ha ocultado su oposición al aborto y a los vientres de alquiler y su deseo de implementar políticas que fomenten la natalidad en el país transalpino. Hace unos meses aprobó también medidas contra el aborto, así la mujer que quiera abortar tendrá que escuchar el latido de su hijo primero, además permitirá y financiará el acceso a los consultorios familiares a organizaciones provida. De la misma manera, grupos provida podrán también ofrecer otras opciones y contar los riesgos del aborto a las mujeres que se lo estén planteando. 

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Y esta visión provida es la causante de la crisis diplomática que se está viviendo en Apulia, Italia, la región que acoge la reunión del G-7, que reúne a los líderes de Canadá, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, además de a Ursula von der Leyen, que acudirá en representación de la Comisión y Charles Michel a modo de presidente del Consejo Europeo, todos ellos abortistas. 

La idea era continuar con la declaración de hace unas semanas en las que se instaba a los estados de la Unión a proteger el aborto y firmar una declaración conjunta en la que se hablaba de la "importancia de preservar y asegurar el acceso al aborto seguro y legal y los cuidados post-aborto".

Fuentes cercanas a la negociación del texto aseguran que Italia eliminó las referencias al aborto y que las delegaciones europeas y francesas habrían pedido que se vuelvan a incluir. Todo ello ha dado pie a un conflicto y una negociación, lo que provoca que el texto final aún no se conozca. 

Meloni no estaría dispuesta a firmar una declaración a favor del aborto en su país y menos cuando le toca a ella la presidencia rotatoria del grupo, además estaría jugando sus cartas. Sabe que Von der Leyen le va a pedir su apoyo para repetir mandato al frente de la Comisión Europea, y que eso le impide presionar. Además, el líder británico y el francés, Sunak y Macron, están envueltos en adelantos electorales por la falta de apoyos en sus respectivos países. Estados Unidos se enfrenta a elecciones en 5 meses, y no está nada claro que Biden vaya a poder ganar. Y el alemán Olaf está siendo presionado por los partidos de la oposición para que convoque elecciones por los malos resultados obtenidos en las europeas. En cambio Meloni es la única que ha salido reforzada de los comicios europeos, aún así, figuras en no muy buen momento políticio se atreven a exigir... pero por los derechos de las mujeres, no vayan a pensar mal. 

Eso sí, no pierdan de vista el fin último: aborto libre, otro 'bonito' eufemismo que esconde el poder abortar hasta el mismo momento del parto, sin restricciones y por el simple deseo de la madre. Campaña en la que España, y Europa, están inmersas de lleno. 

¡Y que viva la valiente Giorgia Meloni!

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