Si el Nuevo Orden comprueba que puede ganar el republicano, podría optar por encarcelarle o directamente asesinarle
Primer debate, a lo mejor único, entre Donald Trump y Kamala Harris, candidatos republicano y demócrata a la Casa Blanca. Empecemos por el final: en mi opinión, ganó Kamala, la peor de ambos, pero ganó.
No me sirve de consuelo la certeza de que Donald Trump tuvo que pelear a un tiempo contra su oponente y contra los presuntos moderadores de la cadena BBC. Todos los lugares comunes anti-Trump fueron puestos sobre la mesa y, además, la ABC dictaminó con un ejemplo menudo, que Trump había prorrumpido en un bulo. Ya saben el bulo del antibulo. Está claro que el árbitro hizo ganar a Kamala.
La candidata demócrata puede vencer a Trump en noviembre. Es intelectualmente primaria, floja en ideas, amante de los tópicos, extremista y demagoga... pero puede ganar
A Donald Trump. el hombre vacunado contra lo políticamente correcto le asaetaron con lo políticamente correcto y tuvo que andar a la defensiva: de Kamala y de la ABC. No fue un ¡combate justo pero ganó Kamala, quien sólo tuvo que demostrar que, después de todo, tonta no es. De hecho, algo ha aprendido en cuatro años como vicepresidenta.
Mucho ojo: si el Nuevo Orden (NOM) comprueba que puede ganar el republicano, podría optar por encarcelarle o directamente asesinarle. Porque es mucho lo que está en juego en estas elecciones USA y se ha impuesto, sobre todo en las filas demócratas, el 'todo vale'.
En el actual Estados Unidos, discípulo de la degeneración europea, no se vota a favor de algo sino en contra de alguien. Sí, Harris puede funcionar
En resumen, la candidata demócrata puede vencer a Trump en noviembre. Es intelectualmente primaria, floja en ideas, amante de los tópicos, extremista y demagoga... pero puede ganar.
Son pocos los que aman a Kamala pero son muchos los que odian a Donald Trump
En el actual Estados Unidos, discípulo de la degeneración europea, no se vota a favor de algo sino en contra de alguien. Sí, en ese caldo, Harris puede funcionar.
Lo más importante: son pocos los que aman a Kamala pero son muchos los que odian a Donald Trump.