Hace poco más de una semana, Donald Trump tomó posesión como presidente de EEUU. Un acto en el que en primera fila se pudo ver a unos cuantos directivos tecnológicos, entre ellos, Sundar Pichai, CEO de Google. Unas horas más tarde, Trump firmó multitud de órdenes ejecutivas… y se van viendo sus efectos, entre ellos, cómo Google le ‘hace la pelota’, pues ha renombrado el Golfo de México como Golfo de América.

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El parásito, ladrón y censor de la prensa en Internet también olvida el nombre original (Golfo de Nueva España) que data de 1562. Lo mismo hizo Trump y Claudia Sheinbaum, presidenta de México, que le respondió con la idea de “América Mexicana”. Eso sí, el cambio del citado golfo sólo es visible para los usuarios de Google Maps en EEUU…

Y Google también ha cambiado el nombre del monte Denali por el de monte McKinley, en honor al expresidente William McKinley. Se trata del pico más alto de Norteamérica y está en Alaska.

Google sigue, por tanto, al Departamento del Interior de EEUU, y en concreto, la implementación de “la restauración de nombres históricos que honran la grandeza estadounidense”, de conformidad con la orden ejecutiva de Trump y con las palabras de su primer discurso como 47º presidente de EEUU. Y presume en X (antes Twitter) de que “cuando los nombres oficiales varían entre países, los usuarios de Maps ven el nombre oficial local”.

Y por si esto no bastara, el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha entrado al trapo. Pero no para defender la idea de Sheinbaum, sino señalando que para México es el Golfo del Bienestar.