A María Corina no le queda más remedio que permanecer escondida por la persecución a la que le somete el régimen de Nicolás Maduro. Pero, eso no le impide seguir denunciando las aberraciones de una dictadura que ha perdido unas elecciones y se niega a abandonar el poder. Así, la líder opositora explica cómo un embajador acreditado en Caracas afirmó públicamente que los miembros de su comunidad deben mantenerse “equidistantes” ante las acciones del régimen de Maduro y los temas que “dividan al país”. A dicho embajador le pregunta Corina: ¿Qué significa ser “equidistante”, Sr Embajador? ¿Ignorar que Maduro perdió la elección por más de 40% de los votos y se negaron a publicar los resultados? ¿Ignorar que 2.000 venezolanos fueron apresados, entre ellos 198 niños y adolescentes? ¿Ignorar que han torturado, abusado sexualmente y asesinado detenidos? ¿Ignorar que en este momento hay asilados en la Embajada de Argentina, bajo protección de Brasil, a quienes se les acosa y deja sin luz, agua y alimentos? ¿Ignorar que hay niños y jóvenes presos y TORTURADOS porque protestaron pacíficamente o simplemente caminaban por la calle?. Sr. Embajador, escuche aquí el testimonio de Mariana, una joven de 16 años detenida al día siguiente de la elección y quien le escribió a su mamá que “prefiero matarme antes que seguir sufriendo”… Explíquele a su madre que “su deber” es ser “equidistante” entre quienes torturan a su hija y Mariana".

Mientras, las instituciones venezolanas se van destruyendo. Por ejemplo, la Universidad Simón Bolívar, una de las más prestigiosas de Venezuela, que tal como recoge el analista Emmanuel Rincón, busca desesperadamente profesores de matemáticas básicas, ya que todos los catedráticos se han marchado. El régimen les paga menos de 10 dólares al mes y ni siquiera pueden pagar el transporte a la facultad.

 

De Venezuela a Cuba, más de 2.000 kilómetros de distancia separan dos dictaduras, unidas por las torturas y las represiones a sus respectivos pueblos. Precisamente en Cuba, denuncian que el preso político Manuel Guillén fue asesinado a golpes por agentes de la dictadura.

 

Lo mismo que en los cementerios o las parroquias de España, en Hispanoamérica sufren también las ofensas de las profanaciones y los sacrilegios, como el ocurrido en Michoacán, México, donde han robado hostias consagradas en una capilla que fue saqueada, en el municipio de Pátzcuaro. Los delincuentes sustrajeron un copón con hostias consagradas y el equipo de sonido de la iglesia católica.

El P. Hugo Ramírez García, sacerdote de la parroquia de San Pedro Pareo en la Arquidiócesis de Morelia, a la cual pertenece la capilla, relató a través de un comunicado que el robo ocurrió el 29 de noviembre, justo al inicio de la novena en honor a San Juan Diego -el vidente de la Virgen de Guadalupe-, cuya festividad la Iglesia Católica celebra el 11 de diciembre y a quien está consagrada la capilla.

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El P. Ramírez García denunció que “el sagrario fue violentado en su cerradura, cometiendo así un grave sacrilegio en contra de Nuestro Señor Jesucristo”. También detalló que, además del copón, los criminales se llevaron -infinitamente menos importante- “un equipo de sonido (amplificador y consola) y una pequeña bocina de las cuatro que había” en el lugar. 

En respuesta al robo, el sacerdote exhortó a la comunidad a “intensificar nuestra oración de desagravio por quienes cometieron sacrilegio y por esta comunidad, golpeada en su fe”.

Asimismo, pidió a los fieles permanecer “atentos y reforzar la seguridad de nuestros lugares de culto, máxime si contamos con la presencia del Santísimo Sacramento”. También pidió a los párrocos estar atentos en caso de que los objetos robados, especialmente el copón, sean ofrecidos a la venta.