Esto recuerda lo de aquel periódico francés tras el primer exilio de Napoleón en la Isla de Elba. En dos días, sus titulares pasaron de “El tirano desembarca en Marsella” a “El emperador avanza hacia la capital” a “Su excelencia entra en París”.

Sólo que el caso sirio es de ida y vuelta. Los que peleaban contra el régimen de Damasco siempre han sido fanáticos islámicos que querían derrocar a Bashar al Asad, un dictador sí, pero occidentaloide, que respetaba la libertad religiosa de los cristianos en Damasco o Alepo y un convencido de que la irracionalidad radicaba en aquellos que compartían su propio credo islámico, con una interpretación y una crueldad propia de las teocracias. 

Pero Occidente, ciego por la estupidez del republicano George Bush y por el delirio ensoberbecido del demócrata matrimonio Obama, enamorado de la Primavera Árabe, apoyó a los hijos de Al Qaeda y al Estado Islámico... animados porque Siria era el enemigo de su protegido Israel. 

Occidente, siempre soberbio, se niega a reconocer su error en Siria. Ahora, Damasco está en manos de grupos musulmanes permanentemente enfrentados, según costumbre: turcos, kurdos, Califato islámico, Al Qaeda, salafistas... de islámicos dispuestos a degollar a los cristianos... gracias a EEUU y Europa

Total, que el HTS, ahora en el poder en Siria, ha pasado de estar en la lista de terroristas de la ONU a nobilísima “coalición insurgente” contra el pérfido dictador Al Asad.

Algo parecido a lo que había ocurrido en el Iraq de aquel tirano llamado Sadam Husein, derrocado por Estados Unidos... para instalar otra cosa peor: a los chiítas de Irán. Sadam Husein respetaba -poco, sólo algo- a los cristianos; Bashar Al Asad bastante más, a los cristianos sirios. 

Total, que HTS (Hayat Tahrir al Sham, Organización para la Liberación del Levante), sucursal de Al Qaeda, toma el poder en Damasco, bajo la dirección de Abu Mohammed al Jawlani, Julani para los amigos. Y entonces HTS pasa de estar en la lista de terroristas de la ONU “a coalición insurgente” contra el dictador Al Asad... y átenme esa mosca por el rabo.

Bashar Al Asad respetaba la libertad religiosa de los cristianos. Se trataba de presionarle para que no fuera tan cruel aunque sus enemigos lo fuesen, no de derrocarle y sustituirle por un nuevo Estado Islámico

Oiga, si son tan buenos los insurgentes, ¿por qué Israel, cuña de Occidente en aquella tierra, ha lanzado ya centenares de ataques contra Siria? Y si continúan estos ataques sionistas -sí, he dicho sionistas-, ¿cuánto tardarán en imponerse en Siria los elementos más fanáticos del islam e iniciar su persecución a los cristianos? 

Jerusalén lanza esos ataques por la sencilla razón de que busca una Siria dividida entre distintas facciones islámicas, en perpetua guerra civil. Por si acaso, está acabando con el material militar de Asad porque sabe que quienes le han sustituido pueden ser peores que él. Eso no está bien, porque Israel no se está poniendo en peligro a sí mismo, sino a Europa e incluso Estados Unidos.

Y si los islamistas vuelven a Siria desde Europa, ¿es que en Europa habíamos acogido a islamistas? Parece que sí

Lo malo es que ahora Occidente, siempre soberbio, se niega a reconocer su error en Siria. Damasco está en manos de grupos musulmanes permanentemente enfrentados, según costumbre: turcos, kurdos, Califato islámico, Al Qaeda, salafistas... de islámicos dispuestos a degollar a los cristianos... gracias a EEUU y Europa. 

Insisto: Bashar Al Asad respetaba la libertad religiosa de los cristianos. Se trataba de presionarle para que no fuera tan cruel aunque sus enemigos lo fuesen, no de derrocarle y sustituirle por un nuevo Estado Islámico.

Y si los islamistas vuelven a ahora a Siria tras la caída de Asad, desde Europa, ¿es que en Europa habíamos acogido a islamistas? Parece que sí.

Posdata: la caída de Al Asad supone la caída de Vladimir Putin, que ya ha dejado colgados a dos pueblos: al pueblo armenio en Azerbaijan y al pueblo sirio en Damasco. Vas mal, Vladimir.

Relacionado