Huelga general... y encima exitosa. El país que está en guerra en el suroeste contra Hamas, en el sureste contra la Autoridad Palestina, en el norte contra Hezbolá... y por encima de todos con Irán, allí en el lejano este, se pone en huelga porque la culpa de que los palestinos hayan secuestrado a más de 200 judíos y asesinado a más de 1200, es de Netanyahu... que no firma la paz con Hamas.

Es peligroso que los judíos entren en síndrome de Estocolmo: acusar a Netanyahu de la muerte de los rehenes es justo lo que quieren los terroristas y los milicianos que se refugian detrás de sus hijos para poder acusar a Israel de holocausto... Y Hamas se frota las manos.

Es verdad que Netanyahu es más sionista que hebreo. Ahora bien, el premier israelí sabe que nos hay otra manera de parar a los árabes que atacándoles de frente y, si estos utilizan a sus hijos como escudo... pasando a través de sus hijos hasta dar con ellos.

También saben los judíos que los palestinos utilizan a Naciones Unidas -y la ONU se deja utilizar- como otro escudo, Y así, en cuanto hay un reparto de comida, un hospital o una escuela, allí se mete Hamás. 

Y cuando los israelíes logran llegan hasta su rehenes se les encuentran muertos, con balas en sus cuerpos. 

En cualquier caso, lo más grave de todo es que Israel sigue siendo el último defensor de un Occidente asediado, un pueblo dispuesto a dar su vida para defender su libertad y su existencia frente al yugo islámico. Ese pueblo no puede caer en el Síndrome de Estocolmo, algo que suele ocurrir un día antes de la rendición.