"Me llamarán racista, pero los datos muestran que hay una mayor incidencia de casos de violencia sexual cometidos por inmigrantes, especialmente los que han llegado ilegalmente", afirmó Meloni
Durante la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Giorgia Meloni aseguró que los casos de violencia sexual tienen una mayor incidencia entre los inmigrantes, especialmente aquellos que han ingresado al país de manera ilegal.
«Me llamarán racista, pero los datos muestran que hay una mayor incidencia de casos de violencia sexual cometidos por inmigrantes, especialmente los que han llegado ilegalmente», afirmó Meloni en una entrevista con la revista Donna Moderna, citada por medios locales. Agregó que esta problemática está relacionada con situaciones de marginación y pobreza que enfrentan algunas personas al llegar al país.
La Primer Ministro italiana destacó los esfuerzos de su administración para abordar tanto la seguridad ciudadana como la inmigración ilegal. «Estamos reforzando las fuerzas del orden, introduciendo nuevos tipos penales para combatir la inseguridad y enfrentando de manera directa la inmigración ilegal masiva, que es uno de los problemas más relevantes en nuestras ciudades». Igualito que Marlaska...
Mientras, Matteo Salvini, vicepresidente del Gobierno y líder de la Liga, respaldó las declaraciones de Meloni. Señaló que los agresores extranjeros representan un problema creciente que no debe ignorarse. «Esto no minimiza los casos cometidos por italianos, pero pone en evidencia las graves consecuencias de una inmigración descontrolada, proveniente de culturas que no comparten los principios occidentales», subrayó Salvini.
El Gobierno italiano insiste en la necesidad de abordar las raíces culturales y sociales de la violencia, al tiempo que refuerza las medidas de seguridad y control migratorio para proteger a la ciudadanía y garantizar una convivencia ordenada. O lo que es lo mismo, aquello en lo que insistimos en Hispanidad: dos normas: las sociedades pudientes deben ser generosas pero no pueden atender a todos. Y el inmigrante debe respetar al país que le acoge.