En Hispanidad les hemos hablado sobre el nuevo Tratado pandémico de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se discute en Naciones Unidas. Se trata de otorgar a la institución que preside el venenoso Tedros Adhanom poderes omnímodos, sobre toda la humanidad, ante otro posible ataque viral. Y naturalmente, hay que empezar negando la evidencia: se nos dice que no se trata de censura global, de promulgar lo que se puede decir y lo que no se puede decir. También se nos dice que no se trata de acabar con la soberanía de las naciones ni de crear un gobierno mundial al que todos deban obedecer. Tampoco se trata de utilizar la salud para justificar una tiranía mundial. Dime lo que niegas... estamos ante otros ODS, objetivos todos nobles bajo los que se disfraza la realidad: aborto e ideología de género. En este caso, todo por la seguridad y en nombre de tu salud, faltaría más. 

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Pues parece que ya suenan voces discordantes ante el atropello de Adhanom. Estados que le dicen al director de la OMS que ante otra pandemia mundial, que la habrá, ellos no van a cerrarse y plegarse ante sus deseos y caprichos... vamos unos negacionistas de tomo y lomo.

Hablamos de Florida y Utah que sostienen que este tratado pone en peligro la soberanía nacional, la soberanía mediática y personal y las libertades y pueden conducir a mandatos globales de vacunas y abrir la puerta a pasaportes sanitarios digitales globales, así como a una censura dirigida a la supuesta desinformación. 

El gobernador de Utah, Spencer Cox (R), promulgó el Proyecto de Ley del Senado 57 , la “Ley de Soberanía Constitucional de Utah”. No menciona a la OMS, pero prohíbe “la aplicación de una directiva federal dentro del estado por parte de funcionarios gubernamentales si la Legislatura determina que la directiva federal viola los principios de soberanía estatal”.

Y Florida aprobó el Proyecto de Ley Senatorial 252  (SB 252), un proyecto de ley para la “Protección contra la discriminación basada en opciones de atención médica”. Entre otras cláusulas, prohíbe a las empresas y entidades públicas exigir prueba de vacunación o profilaxis para fines de empleo, recepción de servicios o ingreso a dichas entidades.

Luisiana y Oklahoma tienen leyes parecidas que entrarán en vigor pronto. Y otros estados, casi todos republicanos, están considerando proyectos de ley similares para eludir probables tratados pandémicos federales, es el caso de Tennessee, Alabama, Georgia, Idaho, Iowa, Kentucky, Michigan, New Hampshire, Carolina del Sur o Wyoming.

Y en Europa, Italia se une a esta corriente. “El gobierno salvaguardará los datos de los ciudadanos y los intereses nacionales, no habrá transferencia de soberanía a la Organización Mundial de la Salud”: afirmó el ministro de Sanidad Orazio Schillaci en una entrevista con La Verità, asegurando que el país transalpino no se unirá.