Las elecciones presidenciales de Venezuela, país donde gobierna la dictadura que lidera Nicolás Maduro, para el periodo 2025-2031 se celebrarán el 28 de julio de 2024.​​ 

Los principales candidatos de la oposición han sido inhabilitados por la dictadura para participar en las elecciones, como la líder opositora María Corina Machado, que fue inhabilitada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela (dominado por el chavismo). Su sustituta, Corina Yoris, también fue bloqueada por el régimen (alegando un fallo en la inscripción) y no ha podido  inscribirse para poder participar en las elecciones.

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En ese contexto, desde EEUU, la Administración Biden ha decidido recuperar las sanciones a Venezuela, que habían sido aliviadas durante los últimos seis meses. La razón es clara: la dictadura de Maduro ha incumplido los Acuerdos de Barbados, en los que había pactado con la oposición venezolana poder realizar unas elecciones libres. 

Las empresas que quieran negociar con la venezonala PDVSA tendrán que pedir permiso al Tesoro estadounidense. Con una excepción: la petrolera estadounidense Chevron podrá seguir operando en Venezuela

Las sanciones que EEUU va a recuperar para Venezuela consisten en dejar de importar el petróleo y el gas venezolanos. En concreto, las empresas tienen hasta el 31 de mayo para cerrar todas sus operaciones en el país caribeño. Y las que quieran negociar con la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) tendrán que pedir permiso al Tesoro estadounidense, permisos que serán evaluados individualmente. Con una excepción: la petrolera estadounidense Chevron podrá seguir operando en Venezuela. 

Estas sanciones le fueron impuestas a la dictadura chavista por primera vez en 2019, por la Administración Trump, precisamente por la anterior supuesta victoria electoral de Maduro, la cual EEUU y otros países no reconocieron por no haber sido limpia. 

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