La Comisión Europea ha dado la campanada al proponer que la energía nuclear se considere como energía verde. España, Alemania, Austria, Dinamarca y Luxemburgo lo rechazan, pero la decisión está en manos de los 27 Estados miembros.

Eso sí, sería por un periodo de tiempo determinado (hasta 2045). Claro que la propuesta de Bruselas no se queda ahí, también quieren que el gas se considere energía verde hasta 2030, porque tanto esta como la nuclear ayudarían a alcanzar el objetivo de neutralidad climática en la Unión Europea en 2050. Esta consideración del gas sí gusta a los germanos, cómo no, pues acaban de iniciar su apagón nuclear con el cierre de tres de sus seis centrales y dependerán aún más del gas, que junto al lignito (un tipo de carbón) genera el 20% de su electricidad... y además, allí hasta Greenpeace hace negocio con los combustibles fósiles. ¡Ole! 

El ingeniero nuclear y divulgador científico Alfredo García señala que“hay que ceñirse a la ciencia”: el Joint Research Centre (JRC) es el asesor científico de la Comisión Europea y en un informe consideró que “la nuclear era baja en emisiones y tenía efectos en la población y en el medio ambiente tan bajos como las energías verdes”

En una nota del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se recoge que la vicepresidenta tercera (y la más ecológica del Gobierno Sánchez), Teresa Ribera, ha señalado que “independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles”. Además, ha señalado que admitir la nuclear y el gas como parte de la taxonomía verde europea supondría un paso atrás: “No tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética del conjunto de la UE”.

Este lunes, el ingeniero nuclear y divulgador científico (más conocido en Twitter como Operador Nuclear) Alfredo García ha señalado en El programa de Ana Rosa, en Telecinco, que en el tema de la energía se habla mucho de economía e ideología, pero “hay que ceñirse a la ciencia”, que es la que dice si una energía es segura, si daña el medio ambiente, si tiene emisiones, etc. Por eso ha recordado, que el Joint Research Centre (JRC) es el asesor científico de la Comisión Europea y en un informe consideró que “la nuclear era baja en emisiones y tenía efectos en la población y en el medio ambiente tan bajos como las energías verdes”, o sea, que “es tan limpia como las renovables” y “la ciencia defiende su papel como complementaria a las renovables”.

En su entrevista, Alfredo García ha defendido que con 5-6 reactores nucleares más en España, no necesitaríamos quemar gas (la energía que ha subido el precio en los últimos meses y que es la que marca precio en el pool). Sin embargo, como saben, nuestro país aprobó un calendario progresivo de cierre de los siete reactores que tiene hoy operativos entre 2027 y 2035, y Ribera se niega a cualquier cambio al respecto, a pesar de que la nuclear es una energía barata y que casi no emite CO2 (de hecho, como posteriormente ha indicado en su Twitter, según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático -IPCC- de las Naciones Unidas, la energía nuclear emite en todo su ciclo, desde la minería hasta el desmantelamiento y la gestión de los residuos, tan poco CO2 como las renovables, incluso cuatro veces menos que la solar fotovoltaica). Vean la imagen inferior. De hecho, García apuesta por un 70% de generación renovable y un 30% nuclear (actualmente está en el 20%), dejando el gas como energía residual.

emisiones energías

 

Algo que, sin duda, a la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera, no le ha hecho ninguna gracia, pero tampoco a la vicepresidenta segunda y titular de Trabajo, Yolanda Díaz, que parece que no le basta con el protagonismo que le ha dado su reforma laboral, como se puede ver en Twitter, donde también han aparecido algunos memes. Y cómo no, desde el lado neocomunista, Íñigo Errejón, no ha perdido la ocasión de buscar su minuto de gloria.

Yoli y Green Deal
Yolanda y energía nuclear
Yolanda y energía

 

Volvamos a la propuesta de Bruselas. Hasta ahora, cuenta con el respaldo de Bulgaria, Croacia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Países Bajos, Hungría, Polonia, Rumanía y Suecia. Los Estados miembros y los expertos de la Plataforma de Finanzas Sostenibles tienen hasta el día 12 para enviar sus aportaciones a Bruselas y después el texto deberá aprobarse por mayoría simple en la Eurocámara y por mayoría cualificada en el Consejo Europeo, es decir, por al menos 20 países de la UE y que representen el 65% de la población comunitaria.