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Todos conocemos que Europa bloqueó los fondos europeos a Polonia. Y es que, el país está mal visto en Bruselas: entiéndanlo, los polacos defienden su Constitución sobre la europea y su soberanía, no están dispuestos a dejar que los niños y jóvenes sean adoctrinados, defienden la vida y la familia y son fieles a sus principios cristianos. Nada de esto gusta a Bruselas, el Nuevo Orden Mundial imperante en una Europa decadente ha conseguido que todo lo católico se convierta en ultra y fascista, y los únicos que mantienen los verdaderos valores europeos, los valores cristianos, son Hungría y Polonia. El cinismo es tal que, pese a que Polonia es el país que más refugiados ucranianos alberga, las ayudas siguen sin llegar, mientras que todos los parlamentos europeos se abanderan con la causa ucraniana y citan a Zelenski telemáticamente.
Ahora llegan las últimas noticias sobre los fondos de recuperación: no llegarán a Polonia antes de las elecciones de 2023, según informa La Gaceta de la Iberosfera. Pero no piensen mal, aunque hayan llegado al resto de países, es una absoluta casualidad que no lleguen a Varsovia hasta las elecciones, aunque claro, si vuelve a ganar el 'fascista' Mateusz Jakub Morawiecki, quizás se retrasan un pelín más.
Ya lo dijo Ursula Von der Leyen en las elecciones italianas, si los italianos no votaban correctamente, había herramientas: "Si las cosas se ponen difíciles, tenemos herramientas, como se ha visto en Polonia y en Hungría". Ahora se continúa con el mismo chantaje a los polacos, a ver hasta dónde son capaces de aguantar. Esperemos que a Ursula y compañía no se les vuelva en contra y los polacos decidan irse de la Unión Europea en lugar de cambiar de presidente: al fin y al cabo, gracias a él, son una de las mejores economías europeas.