Donald Trump ha congelado un total de 175 millones de dólares (160,4 millones de euros) en fondos federales para la Universidad de Pensilvania, de la cual era estudiante la polémica nadadora Lia Thomas, por incumplir el decreto firmado por el presidente que impide a trans competir en deportes femeninos. Además, ha pausado la financiación a la Universidad de Maine, por la victoria de un atleta de pista masculino que se identifica como trans y que ganó el título estatal de salto de pértiga en categoría femenina.  

En febrero, el republicano firmó una orden ejecutiva por la que se excluye a los hombres de los deportes femeninos. Pese al mandato, varios estados demócratas como Maine, California o Minnesota están siendo investigados por negarse a cumplir con la ley. 

No es la primera piedra en el camino que se está encontrando Trump: una jueza nominada por Biden bloquó otra orden de Trump que impedía a los transexuales ingresar en el Ejército.

Pero parece que el presidente no se achanta: no quieres cumplir la ley, haz lo que quieras, pero sin que te financien los estadounidenses.