En Moldavia se celebró ayer domingo 20 de octubre una doble jornada electoral en la que se votó en referéndum sobre la incorporación de este país a la UE y también se celebraron elecciones presidenciales

Pues bien: con el 99% de los votos escrutados, el 'sí' a la UE habría ganado con un ajustado 50,18% de los votos. Aunque en primera instancia parecía que se había impuesto el 'no', los 200.000 votos de los moldavos residentes en el extranjero han inclinado la balanza en favor del sí. 

No obstante, la votación no ha estado exenta de polémica, pues Maia Sandu, ganadora de las elecciones generales, denunció injerencias rusas en los comicios, que habrían consistido en la financiación de grupos prorrusos, en la propagación de bulos informativos y en la compra de votos.

Según ella -cuya principal propuesta, tras la invasión rusa de Ucrania en 2022 era entrar en la UE-, "Moldavia ha enfrentado un ataque sin precedentes a la libertad y la democracia de nuestro país, tanto hoy como en los últimos meses". "Tenemos pruebas claras de que estos grupos criminales querían comprar 300.000 votos, un fraude de una escala sin precedentes. Su objetivo era socavar el proceso democrático y difundir el miedo y el pánico en la sociedad".

De hecho, a principios de mes, los agentes descubrieron una trama de compra de votos organizada por Ilan Shor, un oligarca moldavo prorruso que habría pagado 15 millones de euros en total a unos 130.000 ciudadanos para comprar su voto

Sandu no se ha impuesto con mayoría absoluta -ha obtenido el con el 42% de los votos-, por lo que deberá enfrentarse en segunda vuelta al candidato prorruso Alexandr Stoinanoglo, que obtuvo alrededor del 26 %. 

Tras la victoria del 'sí' en la adhesión a la UE, los rusos han denunciado supuestas "anomalías" en el desarrollo de la jornada electoral. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, "en  los resultados de las votaciones en Moldavia se observan anomalías por el aumento de los votos a favor de la presidenta, Maia Sandu, y la integración europea".