La investigación del Fiscal Especial Durham ha dado un paso más: está recopilando pruebas para acreditar cómo se diseñó un plan para infiltrarse en los servidores de Donald Trump. Y ex director nacional de Inteligencia vincula con los hechos a Hillary Cli
Como contó Hispanidad hace unos meses, la investigación acerca de la farsa de la trama rusa creada por la progresía mediática daba un giro, al ordenar el Fiscal Especial para el Departamento de Justicia, John Durham, la detención de Igor Danchenko, analista en la Brookings Institution, vinculado al Partido Demócrata y principal fuente del denominado “Dosier Steele”. Este informe fue elaborado por el exespía británico Christopher Steele. En el mismo se “acreditaban” las “supuestas conexiones” entre el Kremlin y la campaña presidencial de Donald Trump. Dicho texto fue utilizado por los medios de comunicación como fundamento para afirmar la existencia de la injerencia rusa y para atacar al presidente Trump durante su presidencia por sus supuestos vínculos con los rusos, a quienes se llegó a acusar de manipular los resultados de las elecciones presidenciales de 2016, en las que Trump venció a Hillary Clinton.
A la acusación a Dachenko se unió también la de Michael Sussmann, abogado de la campaña presidencial de Hillary Clinton, que ocultó al FBI su vinculación con los demócratas, cuando presentó supuestas pruebas de que los servidores de la campaña de Trump mantenían “comunicaciones inusuales” con el banco ruso Alfa.
Pues bien, la investigación del Fiscal Especial Durham ha dado un paso más, y el representante del Ministerio Público ha afirmado que está recopilando pruebas para acreditar cómo un ejecutivo tecnológico y Michael Sussmann diseñaron un plan para infiltrarse en los servidores de Donald Trump. Y ojo, el espionaje no solo se limitó a la campaña presidencial, sino que siendo ya presidente Trump, los demócratas continuaron infiltrándose en los servidores de la Casa Blanca para poder obtener información con la que dañar al inquilino del Despacho Oval. Y no queda ahí, Durham manifiesta que Sussmann contrató al ejecutivo de internet Rodney Joffe y su equipo para crear una falsa narrativa que uniese al presidente Trump con Rusia.
Mark Meadows, quien fuera jefe de gabinete de la Casa Blanca con Trump, ha confirmado que “no solo espiaron a la campaña de Donald Trump. Espiaron al propio Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Es todavía peor de lo que pensábamos”
Mark Meadows, quien fuera jefe de gabinete de la Casa Blanca con Trump, ha confirmado que “no solo espiaron a la campaña de Donald Trump. Espiaron al propio Donald Trump como presidente de los Estados Unidos. Es todavía peor de lo que pensábamos”.
Kash Patel, oficial de defensa e inteligencia de la Administración Trump, asegura que el informe del fiscal Durham acredita que “la campaña de Hillary Clinton financió y ordenó a sus abogados orquestar un plan criminal para inventar una conexión entre el presidente Trump y Rusia”.
El expresidente Trump ha emitido un comunicado manifestando que “el Fiscal Especial Durham ha aportado evidencias indiscutibles de que mi campaña y mi presidencia fueron objeto de espionaje por la campaña de Hillary Clinton, con el fin de desarrollar la farsa de la trama rusa… Es un escándalo mayor que el Watergate, y aquellos involucrados en el espionaje deben ser objeto de persecución criminal”.
El senador republicano por Florida, Marco Rubio, ha sido el más contundente a la hora de denunciar la actitud de los medios de comunicación, que han silenciado el informe del Fiscal Especial: “Para mí es impactante que no esté siendo objeto de cobertura en los medios. Si se confirma, se trataría de uno de los mayores escándalos políticos de la historia americana. Sería un crimen, no lo duden. Y les digo a los responsables que no eludirán su responsabilidad por el hecho de que los medios de comunicación no quieran informar sobre ello. Si fuera al revés, una historia de cómo la campaña de Donald Trump hubiera contratado expertos de big data para espiar al equipo de la presidenta Clinton, no escucharían hablar de otro tema en los medios”.
Marco Rubio: “Para mí es impactante que no esté siendo objeto de cobertura en los medios. Si se confirma, se trataría de uno de los mayores escándalos políticos de la historia americana. Sería un crimen, no lo duden. Y les digo a los responsables que no eludirán su responsabilidad por el hecho de que los medios de comunicación no quieran informar sobre ello”
El ex director nacional de Inteligencia, John Ratcliffe, ha augurado que habrá más imputaciones en la investigación y ha vinculado con los hechos no solo a Hillary Clinton sino también al entonces presidente Barack Obama, así como al entonces vicepresidente y actual presidente, Joe Biden, señalando así: “la campaña presidencial de Hillary Clinton ideó un plan para acusar falsamente a Donald Trump de vínculos con Rusia, un plan del que toda la comunidad de inteligencia, el FBI, el presidente Obama y el vicepresidente Biden estaban informados”.
Y los vínculos del actual presidente Biden con el espionaje a Trump no acaban ahí. Así, las investigaciones apuntan a Jake Sullivan, actual asesor principal de Seguridad Nacional del presidente Biden. Sullivan, quien también fue asesor principal de Seguridad Nacional de Biden cuando era vicepresidente, formó parte de la campaña presidencial de Hillary Clinton como asesor sénior, y fue quien filtró a los medios la mentira del pacto entre Donald Trump y Vladimir Putin para manipular las elecciones. Sullivan también comunicó a los medios que Trump tenía un canal secreto con el Kremlin. Un cuento que nació de la propia mente de los demócratas, y que se difundió como un mantra, por los grandes medios de comunicación estadounidenses y mundiales.
La investigación del Fiscal Especial sigue avanzando a pesar de los obstáculos de la progresía mediática. ¿Acabará procesada Hillary Clinton? ¿Le acompañará también Joe Biden ante los tribunales?