Progresismo en estado puro: una mujer de 42 años con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), Paola Roldán, ha logrado que se legalice la eutanasia en Ecuador.

Los medios hablan de una histórica sentencia emitida por la Corte Constitucional en el que se reconoce su derecho a tener acceso a una muerte digna. El máximo tribunal de garantías ha aprobado la  "constitucionalidad condicionada" de la petición de Roldán, siempre y cuando un médico acceda al pedido de eutanasia activa de un paciente de manera libre, informada e inequívoca y a causa del padecimiento de un intenso sufrimiento por una lesión corporal grave e irreversible o de una enfermedad grave e incurable.

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Al tiempo, ha declarado inconstitucional el artículo 90 del Código de Ética Médica, que aseguraba que "el médico no está autorizado para abreviar la vida del enfermo" y que "su misión fundamental frente a una enfermedad incurable será aliviada mediante los recursos terapéuticos del caso". Además, ha ordenado a la Defensoría del Pueblo y a la Asamblea Nacional que se prepare una ley que regule el procedimiento y al Ministerio de Salud Pública que elabore un reglamento. 

Así Ecuador se une al exclusivo grupo formado por Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y España en los que es legal el suicidio asistido. Ecuador junto a nuestro país ha sido el último, por lo que podemos echar un vistazo a qué ocurre con  nuestros colegas criminales del resto de países y adivinar cómo acabaremos. Y ojo, porque es una cuestión judicial, pero el Presidente, Daniel Noboa, no ha dicho ni una palabra. 

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En Ecuador ha pasado lo que lleva advirtiendo años Jordi Sabaté, enfermo de ELA: a las personas que padecen esta enfermedad la única solución que se les ofrece es la eutanasia, algo que esta sentencia confirma. 

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