Comenzamos esta crónica semanal sobre Hispanoamérica, la región compuesta por países hermanados en la Hispanidad (que tienen en común su fe cristiana, su cultura y su lengua y cuya patrona es la Virgen del Pilar), en Uruguay, para defender el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, uno de los principios no negociables para una acción política basada en el humanismo cristiano, establecidos por el Papa Benedicto XVI.

En ese país, el partido izquierdista del Frente Amplio, el del actual presidente, Yamandú Orsi, pretende aprobar la eutanasia para personas con enfermedades terminales, incurables e irreversibles. Hispanidad ya había contado que el nuevo presidente quería abrir la puerta a la eutanasia.

Los obispos uruguayos han publicado una declaración conjunta en la que rechazan el proyecto de ley y apuestan por los cuidados paliativos y el acompañamiento integral al final de la vida: "Tampoco es éticamente aceptable causar la muerte de un enfermo. Tal como lo establece la Asociación Médica Mundial y el Código de Ética Médica (Ley Uruguaya 19.286 de 2014), en su artículo 46 (que actualmente se quiere derogar, cf. proyecto de ley art 9), la eutanasia activa, entendida como ‘la acción u omisión que acelera o causa la muerte de un paciente, es contraria a la ética de la profesión’. El médico nunca debería ser partícipe de una conducta que cause activamente la muerte a otro ser humano. Matar al enfermo no es ético ni siquiera para evitarle el dolor y el sufrimiento, aunque él lo pida expresamente, en cambio, sí lo es la 'sedación paliativa'. Ni el paciente, ni el personal sanitario, ni los familiares tienen el derecho de decidir o provocar la muerte de una persona. En última instancia, esa acción constituye un homicidio llevado a cabo en contexto clínico".

Y añaden: “La experiencia en otros países demuestra que, una vez establecida la discriminación legal entre vidas con valor social (irrenunciables) y otras sin calidad de vida suficiente (“con grave y progresivo deterioro de su calidad de vida”, art. 2° del proyecto) a las que se les ofrece matarlas, esto conduce a formas indirectas de presión hacia el paciente. Además refuerzan el miedo y el estigma hacia la muerte natural, dejan entrever que el sistema de salud no está preparado y entran en contradicción con las políticas de prevención del suicidio, tema sumamente preocupante en el Uruguay de hoy. Cada vez son más las vidas que se consideran sin valor, ‘eutanasiables’, en un efecto de pendiente resbaladiza”.

Nuestro siguiente destino es México, también para defender el principio no negociable de la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. En ese país, lamentablemente, el estado de Yucatán se convirtió en el número 22 en despenalizar el aborto totalmente hasta la semana 12 de gestación

Desde que la izquierdista Claudia Sheinbaum se convirtió en presidenta, en octubre de 2024, y con el impulso de su partido, Morena, diversos congresos locales han hecho lo mismo, en un flagrane atentado contra la vida. Y es que el aborto atenta contra la ley natural porque todo el mundo puede saber con su sola razón que matar a un niño en el vientre de su madre es un asesinato. Y la ley natural, inserta en la conciencia de cada hombre, pide que ese niño siga viviendo.

Al menos, también en México, el próximo 3 de mayo tendrá lugar la marcha ‘Pasos por la Vida’, en el contexto del 18° aniversario de la despenalización del aborto en la Ciudad de México. Con el lema ‘Cada vida es un triunfo’, y contando con testimonio de mujeres, la marcha terminará frente al Congreso de la Ciudad de México, donde se realizará el pronunciamiento final.

En declaraciones a Aciprensa, Luisa Argueta, portavoz de la marcha, explicó que el lema de la marcha -‘Cada vida es un triunfo’- quiere decir que “cada vida que salvamos, cada vida que ayudamos y a las mujeres, es un triunfo para nosotros”. Mientras que Pilar Rebollo, directora de Pasos por la Vida, destacó: “Seguimos siendo abandonadas por nuestras parejas, presionadas para abortar, y despedidas de nuestros trabajos”. “A pesar de que la lucha ha sido enorme y feroz, hemos salvado a miles de mujeres”.

Daniel Ortega llama “dictadura perfecta” a la iglesia... después de secuestrar a obispos y sacerdotes, expulsar a las Misioneras de la Caridad, cerrar radios católicas…

(El dictador nicaragüense Daniel Ortega)

Nuestro siguiente destino es Nicaragua, donde los nicaragüenses vienen padeciendo una dictadura, la de Daniel Ortega desde que este se hiciese con el poder en enero de 2007 (aunque anteriormente presidió un mandato presidencial entre los años 1985 y 1990).

El sandinista, lejos de apaciguarse con los años, se ha vuelto cada vez más dictador. Y ha endurecido la represión, sobre todo tras las protestas ciudadanas de 2018 contra las reformas a las pensiones, el aumento del costo de vida, la censura, la represión y la corrupción. Y una de las instituciones que persigue con más saña es la Iglesia católica, pues ésta fue una de las que más alzó voz contra esa represión y Ortega sabe perfectamente que predica libertad y dignidad humanas, ambas pisoteadas por él.

El ultimo caso de persecución a la iglesia por parte de la dictadura lo cuenta Puertas Abiertas. La policía del régimen impidió la celebración de un acto con jóvenes para celebrar la fe cristiana, irrumpiendo en la iglesia del organizador de nombre Federico (ficticio).  Otro pastor cristiano, Kevin (también ficticio) denuncia que “el gobierno está silenciando nuestras voces”.

La ‘Lista Mundial de la Persecución 2025’ de Puertas Abiertas sitúa a Nicaragua como el segundo país más peligroso para los cristianos en Hispanoamérica y el número 30 en el mundo.