Empezamos esta crónica semanal de Hispanoamérica -en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia natural, la libertad de enseñanza y el bien común, es decir, los principios no negociables establecidos por Benedicto XVI- en Ecuador, para defender el principio no negociable del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

En ese país, la Corte Constitucional despenalizó de facto la eutanasia el 5 de febrero de este año. Y ahora la Defensoría del Pueblo ha presentado un proyecto de ley para legalizarla y regularla.

Además, hay dos demandas presentadas a la misma Corte Constitucional para declarar inconstitucional el artículo 149 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), con lo que se daría “la despenalización total del delito del aborto en el Ecuador”.

Por ello, María de Lourdes Maldonado, presidenta del estudio jurídico Dignidad y derecho, ha advertido que el de la eutanasia sería “una de las más liberales y crueles regulaciones existentes en el mundo”. Porque “no se limita a enfermos en fase terminal, no tiene límite de edad, permite la eutanasia voluntaria e involuntaria, no reconoce la objeción de conciencia institucional, entre otros”.

Maldonado añadió que “es fundamental intervenir en el debate (…) para proteger de mejor manera a los más vulnerables: los niños, los ancianos, las personas con discapacidad y los más pobres”.

Algo similar ocurre en Colombia, donde la Corte Constitucional ha dictado sentencias que despenalizan y facilitan el aborto, el asesinato de niños en el vientre de sus madres.

En concreto, la sentencia C-355 del 2006 despenalizó el aborto bajo tres condiciones, mientras que con su fallo 055 del 2022 lo liberalizó hasta las 24 semanas de gestación, aunque tras ese plazo se puede abortar con las causales de la sentencia del 2006.

Por ello, el director nacional de la plataforma ciudadana Unidos por la Vida, Jesús Magaña, ha denunciado que en ese país “más de 50.000 abortos se están ejecutando en este año”.

“Esta es la peor violencia que se ejecuta contra las personas más indefensas, las más inocentes, contra nuestros niños por nacer”, añadió. E invitó a rezar y a pedir a los magistrados de la Corte Constitucional “que cambien sus sentencias”.

También en México se está dando un fenómeno parecido al de Colombia y Ecuador. Porque Morena, el partido del anterior presidente Andrés Manuel López Obrador y también de la recién elegida Claudia Sheinbaum (que asumirá el cargo el próximo 1 de octubre), es un claro impulsor del aborto allá donde ha tenido responsabilidades de Gobierno, sea a nivel estatal o nacional.

De hecho, con la ayuda de Morena, el asesinato de niños en el vientre de sus madres ha sido despenalizado hasta las 12 semanas de embarazo en los estados de Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Baja California, Colima, Guerrero, Baja California Sur, Quintana Roo, Aguascalientes y Puebla. Mientras que en el estado de Sinaloa, se despenalizó hasta las 13 semanas.

Por todo ello, Luis Antonio Hernández, responsable de la plataforma mexicana Voto Católico, cree que su país se enfrenta ahora “uno de los momentos más críticos” para la protección del derecho a la vida.

Hernández advirtió que “lo que está en juego es la normalización social” de la “injusticia” del aborto, por lo que hay que “redoblar esfuerzos y estrategias para construir una sólida cultura de la vida desde la concepción y durante todas las etapas del ser humano, que sea compatible con el derecho a la salud, la seguridad, la educación, el trabajo y la maternidad de las mujeres”.

En Cuba, según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), se han producido al menos 418 acciones represivas contra la población civil por parte de la dictadura comunista, entre ellas 70 detenciones arbitrarias y 145 retenciones ilegales en viviendas.

Entre las principales acciones represivas registradas por la red de observadores en la isla figuran las detenciones arbitrarias, los sitios ilegales de viviendas, amenazas, citaciones policiales, hostigamientos, multas, juicios, y condenas, abusos contra presos políticos y sus familiares, y violaciones de derechos religiosos, entre otras formas de represión.