Hungría asume las riendas de la UE comenzando su Presidencia rotatoria del Consejo Europeo
Hoy lunes, Hungría asume las riendas de la UE comenzando su Presidencia rotatoria del Consejo Europeo, por lo que Úrsula y compañía tendrán a su 'amado y querido' Viktor Orbán como presidente del Consejo.
La presidencia llega en tiempos convulsos para el húngaro y para Bruselas. Por un lado, la pasada semana se anunciaban los nombramientos de los altos cargos en la UE para los próximos cinco años, y la aprobación llegó con el voto negativo tanto de Orbán como de la Primer Ministro de Italia, Giorgia Meloni, que acusaron a las fuerzas de centro de traicionar y mentir a los votantes.
Curiosamente la italiana y el húngaro se unieron y parecían tener claro su rechazo al resto de fuerzas de Bruselas, pero se diría que no se entienden del todo: querían llegar a un acuerdo para unificar a todos los partidos conservadores, esos conocidos como 'extrema derecha' para los progres, pero no lo han conseguido.
Así quedaba patente ayer domingo, cuando Orbán, escudado por el checho Andrej Babis y el austríaco Herbert Kickl, anunciaban la puesta en marcha de un nuevo grupo en la Eurocámara: 'Patriotas por Europa', que ha conseguido el apoyo de los eurodiputados del Fidesz húngaro, del Partido de la Libertad (FPÖ) austriaco y del checo Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO).
Entre los tres suman 24 eurodiputados, uno por encima del umbral mínimo exigido para formar grupo en el Parlamento Europeo, pero sólo representan tres países, por lo que necesitan atraer a otras delegaciones de cuatro Estados miembros. Aseguran que su prioridad es "la paz, el orden y el desarrollo". Es decir, no les gusta la Guerra de Ucrania, ni la inmigración ilegal, ni el sobrecontrol que realiza Bruselas sobre los Estados Miembros.
En estas tres cosas podrían coincidir con Meloni, pero no en otras fundamentales. Y es que ahora mismo existen un total de cuatro grupos de la conocida como 'extrema derecha'. Primero, tenemos al Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que lidera Giorgia Meloni, y en el que está Vox, que se ha declarado "encantado" y ha dado la bienvenida al grupo de Orbán, aunque dejan claro que continuarán en el grupo de la italiana. Aseguran que son "patriotas" y "comparten" objetivos entre ambos grupos, pero parece que existen discrepancias en cuanto a la guerra de Ucrania que han hecho que definitivamente Orbán no entre en el grupo de Meloni.
Más alejados de estos dos grupos tenemos a los ultras de Identidad y Democracia (ID) -derecha pagana- de la francesa Le Pen, y a los alemanes del Alternativa para Alemania (AfD) -ultras nacionalistas- con los que se ha unido el español Alvise Pérez, de la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta.
Y decimos alejados porque si bien los cuatro grupos pueden ser conservadores, dos, la familia de Orbán y Meloni, se rigen por principios cristianos de la vieja Europa, y a los otros dos simplemente les une el sentimiento nacionalista y de derecha pagana.
Francia, Alemania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo e Italia crearon la Unión Europea y sólo les unía una cosa: su fe cristiana. Pero en Bruselas se han 'modernizado' y de sus principios queda poco, y cada día y con cada una de sus decisiones y pactos se aleja de los valores cristianos sobre los que se fundó la UE.
En esa Europa de los cincuenta el Partido Popular Europeo era democristiano, distinto de los conservadores, al PPE le preocupaba 'los valores', que no eran otros que los valores cristianos. De eso ya nos olvidamos y encontramos una división bien distinta. De un lado tenemos la extrema izquierda, con comunistas y verdes, luego encontramos el centro, es decir, el progresismo, ya sea de derechas, como el PP, o de izquierdas, como el PSOE, y en el otro extremo los nuevos conservadores.
Pero dentro de los conservadores sí vemos la separación de antaño, con dos grupos, el de Meloni y el de Orbán, que siguen defendiendo los valores cristianos, y el de Le Pen y el de los alemanes, verdaderos conservadores sin valores cristianos. De ahí la separación de la 'ultra derecha'. Aún está por ver si terminarán uniéndose o si mantendrán esa separación a cuatro.
