Dos casos de eutanasia en Holanda reabrieron el debate de la descontrolada situación que se vive allí. Por un lado, la noticia de que el ex primer ministro de Países Bajos Dries van Agt y su mujer, Eugenie Krekelberg, decidieran morir juntos, lo que ha sacado a la luz el 'boom' de las eutanasias en pareja que está viviendo el país.
Por otro lado, la historia de Zoraya ter Beek: sufría una depresión paralizante, autismo y trastorno límite de la personalidad, pero no tenía ninguna enfermedad física ni terminal, estaba casada y muy enamorada y tenía tan solo 28 años. Pese a ello, solicitó la eutanasia y la recibió a finales de mayo.
El descontrol de la situación sólo se confirma con la publicación del informe sobre la eutanasia en los Países Bajos en 2024, que indica que el número de muertes no sólo ha aumentado, sino que la causa que está ganando peso entre los motivos aducidos son las enfermedades mentales: cerca de 10.000 casos, un 10% más, y ya supone el 6% de las muertes.
Países Bajos fue el primer país del mundo en legalizar el suicidio asistido en 2001 y pese a que la norma es ampliamente permisiva, hay movimientos ciudadanos que quieren más. Así, la fundación proeutanasia NVVE organizó una rueda de prensa en la que exponían un proyecto de ley que propone ofrecer a los mayores de 75 años una muerte asistida sin fundamento médico, es decir, personas que quieren suicidarse pero a las que les parece más cómodo que el Estado se encargue, ¡Mucho mejor. Dónde va a parar!
La propuesta parte de esta fundación y se ejecuta gracias al partido liberal demócrata D66, que es el brazo político que se ha encargado de presentar el proyecto en respuesta a una petición de 2010 que contó con unas 110.000 firmas.
Ya en el 2024 a unas 400 personas se les concedió la eutanasia por "acumulación de afecciones geriátricas", pero se sigue necesitando la autorización de un médico, y las personas que reclaman la nueva norma buscan acabar con este requisito.
Con el paso de los años con la eutanasia legalizada se llega a esto: mentalidad eutanásica, ya no es con una enfermedad terminal o incurable, sino porque se esté cansado o deprimido. Se trata de un plano inclinado o pendiente deslizante muy difícil de parar que provoca que la vida no tenga ningún valor: el país ha pasado de 1.815 eutanasias en 2002 a las casi 10.000 este 2024. Y en este camino va a toda velocidad España.