El Parlamento Europeo acaba de reconocer a Edmundo González como presidente "presidente legítimo y democráticamente elegido de Venezuela" y a María Corina Machado "como líder de las fuerzas democráticas en Venezuela".

La resolución ha salido adelante con el voto en contra de los socialdemócratas (grupo del PSOE) y el voto a favor del Partido Popular Europeo, del grupo de Conservadores y Reformistas (el de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni) y de Patriotas, el grupo del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y Vox). 

Así pues, la votación ha contado con 309 votos a favor, 201 en contra y 12 abstenciones.

Mientras, el eurodiputado y vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, acusaba al Gobierno de Pedro Sánchez de complicidad con la dictadura de Nicolás Maduro, pues en la embajada española en Caracas se le coaccionó para firmar un documento en el que reconociese la supuesta victoria del dictador.

Esa coacción la denunció el mismo Edmundo González en un comunicado que emitió ayer en la red social X: "Estando en la residencia del embajador de España el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez, y la vicepresidenta de la República Delcy Rodríguez, se presentaron con un documento que tendría que refrendar para permitir mi salida del país. En otras palabras, o firmaba o me atenía a las consecuencias. Hubo horas muy tensas de coacción, chantaje y presiones. En esos momentos, consideré que podía ser más útil libre que encerrado e imposibilitado de cumplir con las tareas que me encomendó el soberano. Un documento producido bajo coacción está viciado de nulidad absoluta por un vicio grave en el consentimiento. Como presidente electo de millones de venezolanos, que votaron por un cambio, la democracia y la paz, no me van a callar. Jamás los voy a traicionar". "No van a callar un país que ya habló. Millones de venezolanos tienen la voluntad de cambio y yo voy a cumplir con ese mandato". 

Es decir, que la embajada de España en Venezuela fue utilizada por la dictadura chavista para "coacción, chantaje y presiones" al presidente electo del país. ¿Y esto no lo sabían Pedro Sánchez ni el ministro de Exteriores español José Manuel Albares?

Hoy, el Ministerio de Exteriores ha asegurado que "el Gobierno de España no tiene nada que ver con cualquier documento o negociación entre Edmundo González y el Gobierno de Venezuela". 

Pero eso no se lo cree nadie.

En ese contexto, cobran especial relevancia las palabras de la opositora María Corina Machado en El País, en una entrevista publicada hoy: "El régimen ha ejercido una presión muy cruel, no tienen escrúpulos, son capaces de sobrepasar cualquier límite. Utilizan métodos para sembrar el pánico en esta sociedad. Orquestaron múltiples acciones para hacer sentir a Edmundo que su vida corría peligro”.

“Todo el mundo sabe que los hermanos Rodríguez [Delcy y Jorge, principales operadores políticos del presidente de Venezuela] estuvieron en la negociación. El régimen quería que se fuera, lo obligaron; él no quería irse”, añade Corina Machado. 

Según El País, el exilio de Edmundo González se negoció entre la oposición, el Gobierno chavista y España, y tuvo un importante papel José Luis Rodríguez Zapatero, sobre el que Corina Machado advierte (sin citarlo): "Fue una operación que incluye además otros actores que se disfrazan de oposición. Gente de buenos oficios que vienen a ofrecer salvoconductos, pero en el fondo son operadores del propio régimen. Todo el mundo sabe de quién estoy hablando”.

Es decir, que el Gobierno español, con la mediación de Zapatero, le hizo un favor a la tiranía chavista. Aunque ahora haga como que no sabe nada. Es un escándalo internacional. Uno más de los protagonizados en la etapa de Pedro Sánchez.