El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha quedado muy debilitado tras decretar el martes la ley marcial de emergencia y tener que dar marcha atrás cinco horas después, después del rechazo del parlamento y la respuesta de los coreanos, que salieron en masa a protestar por las calles de Seúl a pesar de la presencia del ejército.

Nada más tumbar la ley marcial, la oposición en pleno, que tiene mayoría en el parlamento, presentó una moción de censura que se podría resolver en las próximas 72 horas. En cualquier caso, los abandonos ya han comenzado en el gobierno con la dimisión del ministro de Defensa.

Antes de aterrizar en política y ser elegido presidente por el Partido Conservador, aunque por la mínima, Yoon Suk-yeol fue un fiscal muy reconocido por su lucha contra la corrupción. Sin embargo, ya como presidente, los medios de comunicación destaparon dos casos de corrupción de su esposa, Kim Keon-hee: uno por mentir en su currículum -pidió perdón públicamente por ello- y otro por aceptar un bolso de Christian Dior valorado en 2.200 dólares, cuando la ley sólo permite a los dirigentes aceptar obsequios inferiores a 750 dólares. Y, en las redes, han surgido las comparaciones...

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La popularidad de Yoon Suk-yeol estaba en caída libre antes de la ley marcial, que decretó argumentando que la oposición, que le ha tumbado prácticamente todas las iniciativas legislativas, actuaba según intereses norcoreanos.

Tras el revuelo de la tarde-noche del martes, la normalidad volvió a Seúl el miércoles, eso sí, con manifestaciones multitudinarias durante la tarde. La bolsa del país tampoco sufrió demasiado y ‘sólo’ cayó un 1,4%, gracias al mensaje tranquilizador del banco central de Corea, que garantizó liquidez, pasara lo que pasara.