Oriente desafía a un Occidente cobarde. Este es el problema
La guerra de Ucrania ha dado un salto cualitativo con el ataque ruso a la planta nuclear de Energodar, en Zaporiyia, la mayor de Europa y la tercera del mundo, lo que ha provocado la alarma y la condena internacionales. El ataque contra un edificio de entrenamiento anejo a la central ha provocado un incendio que ha podido ser extinguido, y el complejo ha caído en manos rusas. Tres personas han muerto y dos han resultado heridas, informa RTVE.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se ha dirigido este viernes a Europa para pedirle que "despierte ya" ante lo que ha llamado "terrorismo nuclear" de Rusia, recoge RTVE.
"¡Europa debe despertarse ya! La central nuclear más grande de Europa está en llamas, se están desconectando ahora mismo unidades nucleares", ha señalado en un vídeo difundido en Facebook y colgado también en la cuenta de Telegram de la oficina presidencial. En el vídeo, Zelenski ha pedido el cese de los bombardeos, al tiempo que ha denunciado los tanques rusos "están disparando a unidades nucleares" y que estarían "equipados con cámaras termográficas".
Por otra parte, el ministro de Energía de Ucrania, Herman Galuschenko, ha advertido este viernes de que el mundo está al borde de la mayor catástrofe nuclear en la historia tras el ataque ruso a la central de Zaporiyia. "El agresor continúa asestando golpes demoledores a Ucrania. No lo detienen ni los miles de víctimas ni las tragedias. Ahora quieren destruir todo el mundo”. Ha denunciado que las tropas rusas emplearon fuego de tanques, de artillería y cohetes contra la central nuclear, "a sabiendas de las consecuencias catastróficas de sus acciones". "Es una guerra de aniquilación, de aniquilación de la humanidad y de nuestro planeta. La seguridad nuclear no le preocupa al enemigo", ha subrayado el ministro.
Según las autoridades ucranianas, más de 2.000 civiles han perecido desde la entrada de las tropas rusas
Por su parte, el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, alertaba en un tuit de los efectos "catastróficos" que pueden tener los ataques rusos cerca de las centrales nucleares en Ucrania e instó a que se detengan "inmediatamente".
De su lado, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, ha aclarado que la OTAN es una alianza defensiva pero está “preparada” para defenderse: “La nuestra es una alianza defensiva, no buscamos conflicto, pero si el conflicto viene a nosotros, estamos preparados y defenderemos cada centímetro del territorio de la OTAN”.
Asimismo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha condenado la agresión rusa contra civiles en Ucrania y el ataque a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia: “Esto solo demuestra la temeridad de esta guerra y la importancia de ponerle fin y de que Rusia retire todas sus tropas y se implique de buena fe en esfuerzos diplomáticos”.
Y mientras, la cifra de refugiados huidos de Ucrania desde el inicio de la ofensiva militar rusa, el 24 de febrero, asciende ya a más de 1,2 millones, según los datos publicado este viernes por Naciones Unidas.
Además, según las autoridades ucranianas, más de 2.000 civiles han perecido desde la entrada de las tropas rusas, a pesar de que Moscú insiste en que no ataca a la población.