Rusia y EEUU se reunieron el pasado viernes 11 de abril, en San Petersburgo, para abordar un posible acuerdo de paz que termine con la guerra de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022, cuando tropas rusas invadieron ese país. 

En concreto, el presidente ruso, Vladimir Putin, recibió el pasado viernes a Steve Witkoff, el enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump.

Al término del encuentro trascendió que ambos países mantienen puntos de vista diferentes sobre cómo abordar al menos una pausa total en las hostilidades. 

También el pasado viernes, el presidente de EEUU Donald Trump expresó en su red social Truth: “Rusia tiene que ponerse en movimiento. Demasiadas personas estaban MURIENDO, miles cada semana, en una guerra terrible y sin sentido. ¡Una guerra que nunca debió haber ocurrido, y que no habría ocurrido si yo fuera presidente!”. Antes, a finales e marzo, había sugerido incluso imponer sanciones a Rusia por no atender a razones. 

Y ayer domingo ese desacuerdo se confirmó, con la última acción bélica rusa: un ataque a la ciudad ucraniana de Sumi que ha causado 34 muertos, entre ellos dos niños, y 117 heridos.

Tras el bombardeo, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha llamado "escoria" a Rusia y ha invitado a Trump a visitar Ucrania para "entender qué está pasando: "Antes de cualquier decisión, de cualquier plan de negociaciones, ven a ver a la gente, a los civiles, los guerreros, los hospitales, las iglesias, los niños". 

Por su parte, el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, ha señalado: "Estados Unidos expresa sus más profundas condolencias a las víctimas del horroroso ataque con misiles rusos ocurrido hoy en Sumy. Este es un trágico recordatorio de por qué el Presidente Trump y su Administración están dedicando tanto tiempo y esfuerzo a intentar poner fin a esta guerra y lograr una paz duradera".