En Reino Unido, el recién elegido primer ministro, Keir Starmer (del Partido Laborista, que ganó las elecciones del 4 de julio por mayoría absoluta) ha desglosado su programa de Gobierno en boca del rey Carlos III, como es tradicional en aquel país cuando el monarca inaugura un nuevo periodo de sesiones parlamentarias.

Pues bien: Starmer tiene en mente 35 proyectos de ley. Y entre esas medidas figura, por ejemplo, "reforzar las normas del gasto público", impulsando el protagonismo de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria. 

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También se contempla la renacionalización de los ferrocarriles, para lo que "introducirá legislación para crear un sistema ferroviario simplificado, que traspase los actuales servicios ferroviarios a propiedad pública una vez que expiren los contratos con los operadores o si estos no cumplen con sus compromisos", ha leído el rey. 

En concreto, se dará luz a la Great British Railway, una entidad pública que velará por arreglar los problemas derivados de su privatización en los años 90, como por ejemplo, la fragmentación de la red ferroviaria.

Carlos III también ha anunciado una ley para mejorar el servicio de autobuses o una ley de Devolución inglesa, que dará poderes a los ayuntamientos para potenciar la economía.

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Así lo ha resumido en la red social X el primer ministro Keir Starmer:

"Más trabajos. Mejor transporte. Construcción de viviendas e infraestructura. Ahora es el momento de quitarle los frenos a Gran Bretaña y reconstruirla para que funcione para todos. Hoy establecemos nuevas leyes para crear riqueza en todos los rincones de nuestro país para mejorar la situación de la gente".