El ‘rojo’ Lula sube el IVA en Brasil
Lula sube el IVA en Brasil hasta el 28,5%, y se coloca a la cabeza del mundo por este gravamen.
Gran escándalo, porque en el vademécum de la progresía el IVA es el peor de todos los impuestos, el más reaccionario, cuasi fascista.
Pues no, el IVA es el mejor impuesto posible, bien entendido que ningún impuesto es bueno porque todo gravamen representa un atentado contra la propiedad privada.
El IVA es el mejor impuesto posible, bien entendido que ningún impuesto es bueno, pues todo gravamen representa un atentado contra la propiedad privada
Y esto porque a la gente hay que juzgarla -suponiendo que el Estado tenga que juzgar al individuo por algo- por lo que gasta, no por lo que gana. Otra cosa no es más que la envidia propia del socialista.
Al final, en una sociedad financieramente avanzada, la ganancia se convierte en inversión o la inflación se come tus ahorros. Es decir, la ganancia se convierte en bien común. Por tanto, me da lo mismo que un hombre gane el oro y el moro, porque en cuanto ponga en movimiento sus ahorros estará generando inversión, es decir, algo en principio bueno para el bien común.
A la gente no hay que juzgarla por lo que gana sino por lo que gasta. Otra cosa es envidia socialista
Si a algún político le preocupara la justicia, lo primero que haría sería reducir al máximo las cotizaciones sociales que merman el empleo, y el IRPF, sobre todo para rentas bajas, reducirlo o suprimirlo. En segundo lugar, no pasa nada por reducir el rendimiento del capital y el impuesto de sociedades porque gravan la industria, creadora de empleos más firmes y mejor pagados. Por supuesto, suprimir los impuestos sobre el patrimonio, injusto de suyo, dado que grava bienes por los que ya se ha pagado, en concreto impuestos de renta, al menos cuando se compraron. Y precisamente es el IVA el último impuesto que se debe bajar, eso sí, graduándolo convenientemente, según la compra sea de productos de primera necesidad... o no de tan primera.
Pero si reduce impuestos, el Estado no podrá financiar los servicios públicos. Por eso mismo, que no pueda, hay que reducir los impuestos y los gastos públicos... por una sociedad más justa.
No, esto último no lo piensa Lula.