En primer lugar, dos advertencias: entre Bruselas y Washington, la razón la tiene Washington. No hay que eliminar a Rusia,  hay que introducirla en Occidente. La civilización Occidental no es más que la obra del ideario cristiano. Pues bien, hoy Putin representa más y mejor -sin que sea ningún santo, desde luego- los principios cristianos -esto es lo triste- ahora mismo esos valores están mejor representados por Vladimir Putin que por Emmanuel Macron o por Keir Starmer.

En la guerra de Ucrania, Washington acierta y Bruselas se equivoca. Trump busca la paz y atraerse a Moscú a Occidente. Aún así, ¿es necesario que Europa se rearme? No exactamente, lo que precisamos es que se rearmen los europeos

En segundo lugar, Washington tiene razón y Bruselas se equivoca porque, en no menos de una década, quizá dos, Europa no sería capaz de contener un ataque nuclear -he dicho nuclear- ruso, y las fuerzas convencionales, fragatas y aviones incluidos, es decir, la industria armamentista, seguirá necesitando del ejército norteamericano frente a un hipotético ataque ruso.

Digo más, el europeo de ahora mismo ni quiere ni puede defenderse en las trincheras bélicas. No es Europa la que debe rearmarse, sino los europeos, para que sean conscientes de que entre sus deberes cívicos está el de defender a su patria. Lo otro es el mundo de gominola de horteras del tipo de Yolanda Díaz o Ione Belarra.

Eso por no citar a la quinta columna introducida en Europa Occidental: los islámicos que odian a los países europeos que les han acogido. Sí, habría que reinstaurar la mili en toda Europa.

Otrosí: Marc Rutte, el holandés que ahora ejerce como secretario general de la OTAN es, antes que nada, no lo olvidemos, uno de esos piratas de los Países Bajos que odia a España, en su línea medular de defensa del Catolicismo, desde Trento hasta la Guerra Civil española del siglo XX. Rutte ataca ahora a España pero -¡Ay dolor!- lo hace con razón. De acuerdo, pero no nos engañemos: lo hace con el entusiasmo venenoso habitual en la Leyenda Negra.

Aún así, ahora mismo, insisto, tiene razón. Ya había empezado el secretario general con aquello de que "no es ni de lejos admisible -querido Pedro- un 2% de gasto en defensa". Recuerden: el jueves noche los telediarios de media España, la mayoría de ellos próximos a La Moncloa, nos cuentan que Rutte le ha sacado a los colores a Sánchez, que cada día cae peor entre los eurócratas bruselinos, lo que, en principio, no debería ser un insulto, pero ahora mismo resulta peligroso para los españoles. Todas las mentiras de Sánchez -seis horas de mentiras desde la tribuna del Congreso el pasado miércoles- fueron derribadas por Rutte, que es un mal bicho pero está harto, con razón, de Pedro el embustero y de que les tome el pelo a Europa y a la OTAN.

Dijo Rutte que el Gobierno español se había comprometido a elevar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB... ¡este mismo verano! Recuerden que Sánchez intenta convencer, y no lo consigue, a sus socios, para que eleven el presupuesto del 1,2 al 2% del PIB... en 2030. Recuerden, también, cómo el loro de Margarita Robles repite que España cumple escrupulosamente sus compromisos con Europa... cuando Europa, como ayer explicara Hispanidad, está pensando ya en el 3, el 4 y hasta el 5% del PIB, en gastos de defensa. Patético Sanchez que se dice solidario con Ucrania frente al malvado Putin y al aún más malvado Trump, pero que en cuanto Macron y Starmer hablan de enviar tropas a pelear con los rusos, asegura que esa medida es "precipitada".

Sánchez está presentando a los españoles como el pueblo más mentiroso y cobarde de Europa. Pero aquí cobarde y mentiroso sólo hay uno: el inquilino de Moncloa

En Moncloa se enfadaron mucho ante las palabras de Rutte pero aún deberían haberse enfadado más con lo que soltó en Polonia. Se resume así: un misil ruso tardaría en llegar a Madrid diez minutos más que a Varsovia. Ergo todos somos el flanco oriental de la OTAN.

El mensaje a Sánchez era inequívoco, e insisto en que el camino de Mark Rutte no es el adecuado. El adecuado es el de Donald Trump, una paz inmediata y aprovecharla para atraerse a Rusia hacia Occidente y alejarle de China, de India y del fanatismo islámico. Pero eso no se consigue a lo Sánchez, esto es, mintiendo y presentando a los españoles como el pueblo más cobarde de Europa... que de eso estamos hablando. Aquí el único cobarde es Pedro.

Recuerden que Sánchez cada día cae pero en toda Europa, también entre quienes antes eran sus amigos, por ejemplo, Macron o Bélgica, o Eslovenia o la propia Ursula von der Leyen o el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa. Y nadie le cree porque miente de continuo. Y encima, cometió el error de asegurar que Europa del Este tenía un problema mayor que el de la Europa del Oeste. Pues no, le responde Rutte, un misil ruso tardaría en llegar a Madrid sólo diez minutos más que a Varsovia.