López Obrador está obsesionado con España, aunque si le gusta obsesionarse con algo, podría hacerlo, por ejemplo, con erradicar la violencia endémica ejecutada por la delincuencia organizada en su país
Ya casi da hasta pereza tener que responder otra vez al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por sus declaraciones de nuevo en contra de la labor de España. En México y en América. López Obrador está obsesionado con España, aunque si le gusta obsesionarse con algo, podría hacerlo, por ejemplo, con erradicar la violencia endémica ejecutada por la delincuencia organizada en su país.
El caso es que el presidente mexicano ha repetido el mismo mantra de siempre y aseveró que las relaciones entre México y España continúan en pausa «porque no ha habido de parte de ellos (los españoles) una actitud de respeto». «Continúa la pausa porque no hay, de parte de ellos, una actitud de respeto. Envié una carta respetuosa al Jefe del Estado, al Rey de España, y ni siquiera tuvo la atención de contestarme».
«No les vamos a pedir que nos devuelvan todo lo que se llevaron, nada más que reconozcan que hubo abusos, masacres, que se reprimió a los pueblos originarios, y que nosotros, después de la Independencia, también cometimos esos excesos», señaló el presidente mexicano, dijo el mexicano.
«Le mandé cartas al Papa Francisco y me las contestó todas y no necesariamente coincidíamos. Pero cuando le pedimos (al Rey) que para iniciar una etapa nueva en las relaciones de México y España considerábamos importante un gesto de humildad ofreciendo disculpas, perdón, salen con que tenemos que agradecerles porque vinieron a civilizarnos», se queja, al parecer muy dolido, López Obrador.
Pues mire, López Obrador, hablando de Francisco, esto es lo que opinaba el Papa sobre la conquista y el legado de España en América (en una entrevista en ABC): “Evidentemente que ahí se mató gente, evidentemente que hubo explotación, pero también los indios se mataron entre ellos. El ambiente de guerra no lo exportaron los españoles. Y la conquista fue de todos. Yo distingo colonización de conquista. A mí no me gusta decir que España conquistó. Discutible, todo lo que vos quieras, pero colonizó. Si uno lee las directivas de los reyes españoles de la época sobre cómo debían actuar sus representantes, ningún rey de ningún otro país hizo tanto. España se metió en el territorio. España entró en el territorio, otros países imperiales se quedaron en la costa. España no pirateó. Eso hay que tenerlo en cuenta. Y detrás de esto hay una mística. España sigue siendo la Madre Patria, algo que no todos los países pueden decir”.
La política imperial inglesa era que el mejor indio era el indio muerto. Y resulta que la conquista que pasó a la Historia como asesina fue la española… por obra del marketing político británico, afirma Gullo
También ha recogido en Hispanidad las palabras del historiador argentino Marcelo Gullo -autor de ‘Madre Patria. Desmontando la leyenda negra. De Bartolomé de las Casas al separatismo catalán’-- quien ha respondido en varias ocasiones a AMLO: “Pedir perdón por liberar a los mexicanos de los aztecas es como pedir perdón por haber derrotado a los nazis”.
De la colonización española, surgió “otro imperialismo, pero no fue embrutecedor”. "España llenó América de miles de hospitales gratuitos y de 410 universidades y, fundamentalmente, fundió su sangre. El hijo de Cortés fue mestizo y fue a la corte. ¿Dónde está el racismo ahí, dónde las políticas de exterminio?”, se pregunta Gullo.
“España nunca consideró que América fuera un botín”, afirma Gullo. La Corona “envió a sus mejores profesores a América, mientras que Inglaterra llenó Australia de presos”. Y “mientras el Colegio Máximo de San Pablo de Lima llegó a reunir, en 1750, la increíble cifra de cuarenta y tres mil libros, la Universidad de Harvard tenía tan solo cuatro mil”.
Gullo añadió: "La política imperial inglesa era que el mejor indio era el indio muerto. Y resulta que la conquista que pasó a la Historia como asesina fue la española… por obra del marketing político británico”. El historiador argentino demuestra que "la leyenda negra de la conquista española de América constituyó el principal ingrediente del imperialismo cultural anglosajón para derrotar a España y dominar Hispanoamérica”. Y añade que los británicos han logrado "la subordinación cultural pasiva de España, que dura hasta nuestros días": es "la obra más genial del marketing político británico”.
¿Te enteras, AMLO?