A poco más de un año para las elecciones presidenciales del año que viene, el expresidente estadounidense y candidato republicano en las primarias Donald Trump ha participado en la convención anual de la Coalición Fe y Libertad, uno de los principales grupos de acción política en defensa de los valores cristianos en Estados Unidos. Dicho colectivo defiende la oposición al aborto, al matrimonio homosexual, la defensa de un gobierno federal reducido y la bajada masiva de impuestos. Y el discurso del expresidente ha tenido una especial rotundidad.

En materia de transexualidad y protección de los menores, Trump ha indicado así: “Es increíble que hayamos llegado a una situación en que tenga que decir esto, pero mantendré a los hombres fuera de los deportes femeninos y firmaré una ley que prohíba la mutilación sexual infantil en los 50 estados de la unión”.

En materia de política exterior, se refirió particularmente al conflicto entre Rusia y Ucrania, y llamó a la contención por ambas partes para poner fin a la guerra, recordando que, durante su presidencia, no se inició ninguna conflagración bélica con el siguiente tenor: “Cuando yo era presidente, el mundo estaba estable y en calma porque Estados Unidos era respetado y fuerte. Ahora, el mundo está en llamas. Pondré fin a la horrible guerra entre Rusia y Ucrania. Lo haré en 24 horas. Los conozco a ambos. Como dice la Biblia, bienaventurados sean los que procuran la paz”.

El expresidente Trump adelantó que aplicará la legislación vigente para proteger a la fe cristiana señalando así: “Aplicando la ley federal y la sección 212-F de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, ordenaré a mi gobierno que niegue la entrada a todos los comunistas y marxistas…vamos a mantener a los comunistas, marxistas y socialistas extranjeros que odian a los cristianos fuera de Estados Unidos”.

Trump no dudó en señalar la incoherencia del presidente Biden con respecto a su fe católica, por la defensa radical del aborto y recordó los ataques de la Administración Biden contra los católicos. Así, puso de relieve cómo el FBI buscó infiltrar espías en las parroquias, para vigilar a los católicos, y también hizo referencia a la detención de activistas provida, particularmente el caso de Mark Houck, quien luego fue absuelto, y de quien Trump recordó que el FBI “envió equipos SWAT a su casa para arrestarle”. Trump llegó a afirmar que con el católico Biden en la Casa Blanca, “los católicos están siendo tratados en Estados Unidos como si estuvieran en la antigua Unión Soviética”.

El expresidente culminó con la siguiente reflexión: “¿Cómo puede un cristiano votar a los demócratas?.

El expresidente definió las próximas elecciones como una “justa cruzada” indicando que su movimiento está integrado por “guerreros en una cruzada justa para frenar a los ateos, los globalistas y los marxistas, y así restaurar nuestra República como una nación sometida a Dios con libertad y justicia para todos”.